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Deadpool y Wolverine x Reader (platónico)
Miraste por la ventanilla del Honda Odyssey. La voz de Wade en el asiento del pasajero seguía zumbando mientras los árboles pasaban a tu lado. Bajaste la ventanilla y sentiste la brisa fresca en tu rostro.
Ese momento de calma terminó rápidamente cuando Wade comenzó a molestar a Logan, por supuesto.
El coche se detuvo de golpe y tu visión se nubló por un momento. Te levantaste del asiento y el cinturón de seguridad te jaló hacia atrás rápidamente. El cuello se te estiró dolorosamente por el fuerte latigazo cervical.
—¿Qué dijiste? —gruñó Logan.
Miraste a Logan y a Wade confundido.
No prestabas atención a su conversación, así que no sabías qué causaba esa tensión. Pero, pasara lo que pasara, no querías quedar atrapado en el fuego cruzado. Te has acostumbrado a la dinámica entre Wade y Logan, aunque solo conoces a los dos hombres desde hace unos días.
Reconsideraste si unirte a ellos para encontrar a Cassandra era una buena idea. Por otra parte, los dos hombres eran las primeras personas en el Vacío que no representaban una amenaza inmediata para ti. Sentiste que eran tus aliados.
Ahora... comenzaste a repensar eso.
Wade giró la cabeza hacia ti en el asiento trasero. Logan siguió fulminándolo con la mirada. Notaste que sus garras se desprendían de sus nudillos.
—Mamá y papá tienen una pelea doméstica. ¿Podrías salir del auto, cariño? —dijo Wade en un tono forzado y alegre.
Rápidamente obedeciste y te desabrochaste el cinturón de seguridad. Te refugiaste en una roca cercana, afuera del auto. Los dos comenzaron a discutir nuevamente, pero la discusión se tornó menos verbal y más física. El auto se sacudió como si el suelo debajo de él se hubiera partido en dos.
Antes de que pudiera darse cuenta, Logan salió despedido por el parabrisas mientras el vidrio se rompía a su alrededor. Corrió hacia el auto y se estrelló contra Wade mientras se escuchaban gruñidos y gritos.
Te pusiste de pie de un salto y te quedaste indecisa junto a la roca. Te sentiste agradecida de que Wade te dijera que te fueras cuando lo hiciste. Observaste con horror cómo los hombres se golpeaban entre sí, cada ataque más mortal que el anterior.
No sabías cuánto tiempo pasó antes de que reunieras el coraje para entrar. Respiraste profundamente y exhalaste. Diste un paso hacia el auto.
Sacaste el arma de la funda que llevabas en la pierna, la levantaste y disparaste dos veces al aire.
" ¡Basta! " gritaste.
Los pájaros que anidaban en los árboles que se alzaban sobre ellos volaron desde las ramas. Graznaron sorprendidos y desaparecieron en el cielo. Los dos hombres hicieron una pausa en su pelea y te miraron fijamente.
Liberaste la tensión entre tus hombros. Te aclaraste la garganta por el esfuerzo que habías hecho. Bajaste la pistola a un costado y la devolviste a la funda.
"¡Ustedes son adultos que se comportan como animales salvajes! Su lucha salvaje nos distrae de llegar a casa y derrotar a nuestro enemigo. Si quieren salir del Vacío, ¡dejen de lanzar puñetazos y usen la cabeza!"
Wade y Logan siguieron mirándote, estupefactos y en silencio. Tuviste que admitir que tú también estabas sorprendido. Señalaste con un gesto desesperado la Honda Odyssey ahora destruida.
"¡Ambos se jodieron nuestro único medio de transporte para encontrar a Cassandra!"
Wade se apartó de Logan y lo señaló. "¡Él empezó!"
Logan gruñó y su ojo tembló. "Oh, pedazo..."
La mano te picaba por tener la pistola en la funda. Ignoraste el impulso de agarrarla y te aclaraste la garganta.
"¿Dejarán ustedes dos de ser unos idiotas inmaduros?", gritaste.
Te pasaste la mano por la cara. "Vamos a acampar aquí esta noche porque no tenemos otra opción en este momento".
Logan se levantó del suelo y se limpió la suciedad del traje. Tu rostro se arrugó con disgusto ante su aspecto desaliñado.
Señalaste los árboles que estaban detrás de ti. "Mientras ustedes dos estaban ocupados peleándose en el Honda, vi un lago un poco más abajo. ¿Pueden lavarse sin que se convierta en una pelea?"
Wade asintió y te saludó. Logan te miró con el ceño fruncido y gruñó.
—No prometo que no lo ahogaré —murmuró Logan con amargura.
Wade se rió de forma desagradable. Se tambaleó al dar un paso, pero recuperó el equilibrio. Saltó hacia los árboles como si fuera un niño lleno de energía.
—Creo que quieres una excusa para verme desnudo, imbécil —gorjeó Wade.
Logan se quejó para sí mismo y, de mala gana, se dirigió al lago. Se detuvo detrás de ti.
—No dejes que ese idiota te engañe. Es un mentiroso. No sabe cómo llevarnos a casa a ninguno de los dos.
Giraste la cabeza con el ceño fruncido. Antes de que pudieras cuestionar la afirmación de Logan, él desapareció en el bosque. Te quedaste mirando el lugar donde una vez estuvo Logan.
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