Capitulo 17

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Tiempo después... 

Miraba con atención a la anciana mujer que hablaba, le pedía tan solo una mejor oportunidad para la educación de sus nietos, y pese a lo humilde de su condición, los niños le habían llevado un ramo de flores silvestres. Eran tan lindos que con solo verlos les sonrió. No había más que decir, ellos, al igual que muchos niños más, tendrían la oportunidad de estudiar.

—Pase, por favor, con el médico real y que le den las medicinas que le hagan falta. Y no se preocupe, sus nietos acudirán a la escuela del pueblo sin ningún problema

—Muchas gracias, Majestad, es usted tan bondadosa —se acercó tomando su mano para besarla.

—No, por favor, no lo haga —en cambio, tomó su mano oprimiéndola entre las suyas— ande vaya con sus nietos. Molly encárgate que reciba todo lo necesario

—Como ordené, Majestad —se acercó a la anciana, para ayudarla a ponerse en pie—, acompáñeme

Sonrió al ver marchar a la anciana y a sus nietos corriendo detrás de ella. Había sido un día largo y ahora lo que más quería era descansar y pensar en cómo arreglar los pendientes del día siguiente.

Uno de los guardias entró con un mensajero— Majestad, el mensajero del duque está aquí

Respiró profundamente llevando la mano a su pecho. Oculto entre su vestido aún pendía el dije que Seiya le había dado— Hazlo pasar...

Hizo una reverencia, dejando pasar al mensajero.

—¿Qué noticias tiene del Duque? —preguntó de inmediato en cuanto vio entrar al joven mensajero.

—Me temo que en esta ocasión son malas noticias, Majestad. Los hombres del comandante Rubeus nos han tomado la delantera

Por suerte estaba sentada si no en ese instante hubiera caído. — ¿Qué... qué es lo que ha pasado?, ¿Está...?

—Él está bien, pero le volvimos a perder la pista

Cerró los ojos dando gracias que estuviera bien. — Entiendo, ¿tienen una idea de dónde puede estar ahora?

—El duque cree que puede haber ido a Alemania. Ha sido muy difícil poder acercarse a él, se ha vuelto muy hostil

Le ardían los ojos, sabía que su corazón quería seguir llorando cada vez que recibía ese tipo de informes, pero sus ojos ya no podían más, mucho menos su mente. — Gracias, vaya a la cocina y pida que le den de comer

—Gracias, Majestad —hizo una reverencia para retirarse.

Se puso de pie y caminó hacia la ventana, afuera, hacia un maravilloso día, pero para ella eso ya no significaba nada. — ¿Por qué? —murmuró llevando la mano al corazón. — Te amo, pero este amor cada día me consume más y más. Soy la Reina que querías, pero por dentro, por dentro me estoy muriendo —Respiró profundamente, aun en su mano llevaba el anillo de matrimonio, cada que sentía desfallecerse jugaba con él porque así sentía que no se estaba volviendo loca— No sé si algún día logre olvidarte, pero yo solo deseaba estar a tu lado y no lo supiste ver. Tal vez después de todo, solo jugaste conmigo, con la princesa arrogante que solo servía para que la molestaras. Tal vez, nunca me amaste, por eso usaste a Fighter contra mí, porque sabías lo que significaba para mí, que ahora es nada comparado con el dolor de amarte y no tenerte —apretó sus manos fuertemente contra su vestido—. Maldición, Seiya, dime si debo seguir buscándote o ya no...

—Mami —se acercó jalando su vestido.

Dejó de escuchar aquella voz en su interior para escuchar ahora la dulce voz de su pequeña princesa— Hola, mi amor —sonrió inclinándose para tomarla en brazos.

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