Capitulo 14

62 11 4
                                    

—Pa... padre... —murmuró al verlo, de igual forma haciendo una reverencia—. Buenas tardes

—Buenas tardes —dijo con seriedad al verlos—. ¿Así que era cierto lo que me dijo el Rey? Que has tomado por fin en serio tu matrimonio, pensé que nunca lo harías

—Así es, padre —presionó la mano a su esposa.

—Me da gusto. Al menos eso pudiste hacer bien. Claro que me daría más gusto si la princesa estuviera ya en cinta

Se acercó al comedor para ayudarla con la silla. — ¿Por qué tanta prisa?

—Porque alguien debe mantener el nombre de la familia —dijo tomando asiento.

Serena solo tomó asiento, sintiendo cómo Seiya estaba tenso ante el trato de su padre. Además, que a ella no le gustaba que hablaran de esa forma, como si ella no existiera, pero solo guardó silencio.

—¿Solo por esa razón? Lo siento, padre, pero la decisión de cuándo o no tener un bebé será solo de mi esposa y mía

—¿Han consumado su matrimonio, no es así? Entonces no sería de extrañar que la princesa ya estuviera en cinta, entre más jóvenes mejores serán los hijos que procreen

Se sentó a su lado conteniendo la respiración. — ¿Por qué te importa tanto que mi esposa esté embarazada? ¿Qué pretendes hacer?

—Educar a un verdadero príncipe y heredero de la corona austriaca, ¿qué más? —dijo sin importancia.

Serena se contuvo de responderle, ¿cómo se atrevía a decir que Seiya no era un verdadero príncipe? O peor aún que él lo educaría, para eso ese bebé tendría a sus padres y definitivamente no sería educado por nadie más que por ellos.

—¿Un verdadero príncipe? —se puso de pie molesto—. Lo siento, padre, pero nadie que no sea mi esposa o yo educará a mi hijo. Yo no voy a permitirlo —desvió la mirada hacia su tío y el padre de Serena—. Lo siento, pero eso es algo que solo ella y yo decidiremos. Agradeceré que no intervengan en nuestras decisiones. Nos casamos como ustedes lo pidieron, pero lo que decidamos hacer en adelante solo será cuestión de mi esposa y mía como pareja que somos —regresando la mirada desafiante hacia su padre—, especialmente tu padre

—Guarda silencio, ¿qué sabes tú de cómo criar a un niño?, porque claro que tiene que ser varón. No eres más que un inconsciente, siempre perdiéndote en los bosques, jugando al seductor. Dime, ¿cómo piensas criar a un príncipe si tú no lo has sabido ser?

—Porque no será educado como un príncipe, será educado como mi hijo y eso es todo —presionó sus puños con fuerza—. Y si no te gusta mi forma de proceder, puedes desheredarme o hacer lo que quieras, después de todo siempre lo haces, jamás te he importado como hijo

—¿Lo ves? Sigues siendo un impertinente ni siquiera frente al padre de tu esposa puedes guardar silencio

Frunció el ceño molesto— Permiso... —hizo una reverencia, para retirarse del comedor.

Quiso detenerlo, decirle mil cosas al padre de su esposo, pero la mirada de negación de su padre la contuvo, solo se puso de pie en silencio y dejó con delicadeza la servilleta sobre la mesa haciendo una sutil reverencia hacia su padre nada más alejándose rápidamente del comedor para ir en búsqueda de su esposo.

—Te excediste, hermano —dijo Diamante, molesto, conteniéndose las ganas de ir a buscar a su sobrino.

—Ese muchacho tiene que aprender que él no es quien manda y tú lo sabes bien —fijó su mirada en él—, así que no vengas con sentimentalismos

—No, pero si ya los obligaron a casarse, en ese caso déjenlos que formen su propia familia. Están enamorados y casados, ¿qué más quieres?

—Ya te lo dije un verdadero príncipe, así que en cuanto nazca el heredero, me lo llevaré para educarlo como debe ser

ENGAÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora