Habían pasado ya algunos días desde que había estado con Fighter y él no había aparecido de nuevo, ni hecho algún otro asalto, lo cual comenzaba a preocupar, más el hecho de que ahora todos estaban en su búsqueda. Eso la ponía aún peor de temerosa de que algo malo le hubiera pasado o que estuviera pasando un mal momento y sin siquiera podérselo avisar. Pensar en eso la hacía sentirse triste, tomó la manta cubriéndose, comenzando a llorar, imaginando el sin fin de cosas que le pudieron haber pasado o que quizá ya no pudiera comunicarse con ella.
Entró en la habitación después de una reunión. Por fortuna, sus heridas se estaban sanando rápidamente. La escuchó sollozar, recargándose en la puerta— Es por él, ¿cierto?
—No... —murmuró abrazando más la manta— solo me siento triste
Cerró los ojos con fuerza, odiaba verla así, tenía días que la notaba triste y en las noches sollozaba llamando a Fighter. Sacó de sus bolsillos uno de los dijes— Encontré esto en el jardín, cerca del lago
—¿Qué es? —preguntó sin destaparse, no queriendo que la viera de esa forma.
Se acercó dejándolo en el buró— Creo que sabes lo que es —murmuró para volver al sillón y recostarse.
Se quitó la manta observando aquella estrella, la cual no dudó en tomar. — ¿Dónde dices que estaba?
—En el lago, cerca del árbol donde te quedaste dormida la vez pasada. Pensaba tomar una siesta cuando me recosté y me lastimo, entonces, lo vi saltando la barda para irse. Imagino que te buscaba
—¿De verdad? —inmediatamente se incorporó buscando su bata.
Llevó las manos a la nuca— Sí, aunque si no me quieres creer como de costumbre no lo hagas, pero ese dije debe decirte más que mil palabras.
—Debo ir a verlo —dijo calzándose las pantuflas—. Dijiste en el lago, ¿verdad? —sonrió tan solo de imaginar verlo.
—Sí... —cerró los ojos. Ver esa sonrisa e ilusión en sus ojos lo mataba lentamente, pero al menos algo debía darle. Todo era su culpa y nada más de él.
Ya no dijo nada, tan solo anudo perfectamente su bata y salió decidida a buscarlo o a esperar a que él volviera, porque estaba segura de que volvería. Algo le decía que no debía llorar por él, que estaba siempre pensando en ella.
Al verla salir, se puso de pie, sacando de uno de los cajones que mantenía con llave su traje. Se apresuró a vestir, para después salir por la ventana y trepar entre los árboles para llegar antes que ella.
Caminó ansiosa por entre los árboles. Tenía que verlo, escuchar su voz, sentir su calor. Tanta era su emoción que había olvidado que Seiya estaba con ella, pero es que era más su necesidad por verlo que cualquier otra cosa— Fighter... —murmuró con precaución.
—Aquí arriba... —murmuró al llegar y observarla.
—Fighter, mi amor —sonrió en cuanto lo escucho volteando hacia donde provenía la voz.
—Perdona que no me haya podido comunicar contigo antes
Negó sonriendo— Estaba preocupada por ti, ¿estás bien?
—Sí, lo estoy, amor, solo tuve algunos problemas. ¿Y tú mi amor?
—Mucho mejor ahora que sé que estás bien. Ansiaba verte, escucharte, poder sentir tus labios.
Bajó del árbol para quedar frente a ella— También te extrañé mucho, mi amor. Me alegra verte
—Mi amor, te extrañé tanto —sin dudarlo, lo abrazó con fuerza, buscando ese consuelo que le hacía falta.
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ENGAÑO
FanfictionUn ladrón en Francia ha estado haciendo estragos en la ciudad y pronto lo hará en el corazón de la princesa Serena, pero también está el príncipe de Austria. Sin mencionar una boda. Un engaño y un amor.