Arlette Hammond

Capítulo 4:

Tomo mis libros y tras darle una sonrisa a Owen me dirijo rápido rumbo a vinculación para dar inicio a los trámites de mi baja de la universidad. Christopher dijo que él sería quien se encargaría de poner mis clases en línea.

Mi celular suena y me detengo para sacarlo.

Mi hombretón: Tienes que ir a la clínica para realizarte los análisis. Te adjuntare la dirección. Igualmente en dos días que se obtengan los resultados mis abogados se pondrán en contacto contigo para la firma del contrato. Estoy ansioso para que finalice esta semana, preciosa.

Veo la dirección sabiendo donde se encuentra. Como no tengo nada que decirle bloqueo mi celular y cuando estoy a punto de meterlo vuelve a sonar. Hago una mueca pensando que a lo mejor es Owen, pero no, es Christopher. De nuevo.

Mi hombretón: Procura responder los mensajes. Es una orden desde ya.

Cierro los ojos antes de responderle.

Arlette: Esta bien :D

Veo que me deja en visto y ahora si bloqueo el celular para ir rumbo a vinculación para comenzar los trámites de mi baja temporal. Miro alrededor sintiéndome como una estúpida por dejar esta universidad que tanto me costó entrar y como fácilmente la voy a abandonar.

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Limpio las lágrimas de mis ojos. Soy muy miedosa con la agujas y se sintió como que la mujer que me extrajo la sangre me saco más de la mitad de la que mi cuerpo tiene.

—Tranquila, niña —se ríe y me extiende un vaso con agua— solo fue un piquetito.

—Dice —murmuro secamente y le voy un sorbo al agua.

Permanezco al menos media hora más allí hasta que me siento mejor para tomar un taxi que me lleve a mi casa. Necesito acostarme a dormir y no despertar hasta mañana que me sienta mejor. Me afectan mucho los piquetes, quizá mi mente miedosa es la que provoca todo esto.

—Hola —murmuro entrando al apartamento— me siento fatal —comento y sin verla me voy a la cocina a tomar agua— malditos análisis.

—Eh...

—Luego el maldito se puso en un modo de los más imbécil poniéndose en su plan de jefe y me exigió que tenía que responderle cada maldito mensaje por muy insignificante que sea —tomo agua y me volteo a verla. Mis ojos se abren al ver a Owen a su lado. Cinthya me hace una mueca— vaya, ¿Qué... que haces aquí Owen?

De su cuello hasta su rostro comienza a sonrojarse.

—M-me quede preocupado por ti y —saca de su bolso una libreta que inmediatamente ubico— también dejaste esto. Vine a traértelo.

Cinthya se acerca a mí.

—Deberías decirle de una vez —susurra y se aleja en dirección a su habitación.

Cierro los ojos y me acerco a Owen. Tomo la libreta.

—Muchas gracias —acaricio su mejilla— eres un lindo.

— ¿Estas bien, Arlette?

—Sip —sonrió y tras mirarlo unos segundos suspiro— en realidad, ocupo decirte algo.

— ¿Qué?

Mierda. Yo no soy una mala persona, creo que soy como cualquier otra que comete errores y a veces, sin quererlo, es mala. Pero nunca he querido lastimar a Owen. Pensaba hasta mantener una relación seria con él... si no me quedaba de otra, pero apareció toda esta oportunidad y sería una tonta si la desperdiciara.