Capítulo 10:

40 11 0
                                    

Estoy temblando mientras tomo la ropa que Christopher dejo especificada para mí. Quiero salir corriendo de esta casa, pero no sé ni siquiera como podría hacerlo. Tengo que contactar a Cinthya... ella me ayudaría, conoce tantos tipos importantes. Me dará una vergüenza enorme, pero quiero salir de aquí. Solo necesito tener mi teléfono de vuelta o una computadora.

Termino de ponerme el conjunto que es transparente antes de ir a cepillarme el cabello. Miro constantemente hacia la puerta casi esperando que Christopher entre de la nada; aunque dudo mucho que venga hasta el chalet, probablemente me harán ir a la mansión.

La puerta se abre silenciosamente y sé que se trata de Craig.

—El señor ha llegado y pide que se reúna con él, señorita.

—Dime Arlette —le pido antes de dejar mi cabello y encararlo— ¿Llego la mujer esa?

—Aun no —se acerca— ten mucho cuidado. No... yo... yo solo te pido que hagas lo que te dicen. Por tu bien.

Tomo sus manos y es tan evidente que estoy temblando, él las toma con fuerza.

—Por favor, ayúdame a salir de aquí. No me importa nada solo quiero irme.

— ¡Es que no puedo! —Al ver su expresión sé que es verdad y también veo el miedo que nunca preste atención la primera vez que lo conocí. Craig esta tan asustado como yo— si haces lo que te piden nada malo ocurrirá.

Con la barbilla temblando centro mi vista en la enorme cicatriz en su rostro y cubro mi rostro con mis manos. Fui tan tonta... soy tan estúpida. Nunca vi lo obvio.

—Tenemos que ir, no debes hacerlo esperar.

Resignada me pongo de pie.

.

.

Cuando entro a la sala Christopher esta de espaldas a mí, probablemente bebiendo algo.

—Buenas noches —murmuro en voz baja. Él se gira y me sonríe, pero desde lejos puedo ver cómo ve mi cuerpo; como rezumba las ansias de violencia. Siempre había visto algo diferente en él, pero hasta ahora me percato completamente de que la violencia siempre está presente.

—Ah, buenas noches, dulce niña —se acerca y toma en sus manos mi rostro dándome un sorpresivo beso en los labios— estoy seguro de que Craig te informo que tendremos visita.

—Una mujer —digo y sin poder controlarlo tiemblo un poco. Él se percata y sonríe.

—Sí, es una amiga muy cercana —me insta a tomar asiento y él también lo hace quedando frente a mí. Suelta un suspiro— estoy seguro que debes recordarla considerando que la viste en la fiesta.

Frunzo el ceño tratando de recordar. Ahora mismo solo puedo recordar a Ronan. Christopher aprieta su mandíbula.

—Es la mujer a quien salude —abro los ojos y asiento, él continua— bueno, Nala es una muy... buena amiga.

— ¿Por qué tengo que estar presente y con esta ropa? —Me atrevo a preguntar, él encarna una ceja.

—Porque te pago para eso. En fin, linda, a Nala y a mí nos gusta jugar un juego... y tú, creo que ya deberás de estar imaginándote, eres una parte muy importante de él.

Me pongo de pie, pero él mantiene la calma quedándose sentado casi esperando escuchar mi arrebato.

— ¡No quiero jugar su juego retorcido!

— ¿Quieres los tres millones? Por supuesto que los quieres. Eres una de las creaturas más ambiciosas que he conocido; lo malo tuyo es que eres ambiciosa, pero tonta —se pone de pie despacio— además tienes un acuerdo firmado. Compláceme tal y como prometiste.

Arlette HammondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora