Capítulo 11

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Juliett

No hay nada mejor que despertar por la mañana cerca del calor de alguien. No solo eso, sino también poder sentir a la persona envolviendo sus brazos alrededor de nuestra cintura. De alguna manera, es una aceptación de nuestra presencia que es indudablemente reconfortante.

Mis ojos se abren lentamente debido al movimiento junto a mí, haciendo que frunza el ceño. La última vez que lo comprobé, no había mascotas dentro de mi apartamento para poder sentir ningún tipo de movimiento cerca de mí ni vivo con un compañero de cuarto.

Pelo oscuro familiar.

Mientras me froto ambos ojos, intentando enfocar el rostro familiar frente a mí. Cejas y pestañas gruesas, nariz perfectamente definida y labios rosados y fruncidos. No hay duda de que la persona frente a mí es naturalmente hermosa, aunque parece bastante familiar.

"¿Quién eres?", pregunto con voz baja.

Él me acerca más hacia él por la cintura mientras abre ambos ojos, un par de orbes negros me miran con confusión mientras frunce el ceño. Nuestros ojos se abren de par en par al mismo tiempo cuando nos damos cuenta de la situación actual, lo que hace que él me empuje hacia atrás, haciéndome caer al suelo con un fuerte golpe.

Bueno, nunca me había empujado un chico. Rápidamente me siento recta y examino de cerca la figura de mi mejor amigo que ha imitado mi acción, mirándome sorprendido por unos segundos. La confusión nunca me ha hecho pensar demasiado, excepto ahora que es aceptable.

"Hermano, ¡me empujaste del sofá! Qué caballero", digo rodando los ojos molesta antes de recoger mi cabello en una coleta desordenada, frotando mi brazo que recibió el impacto.

"Juliett, ¿Qué haces aquí?" pregunta, mirándome directamente a los ojos. En cuestión de segundos, ya me estoy riendo a carcajadas en el suelo con ambas manos aferradas a mi estomago antes de sentarme a su lado y tocar el puente de su nariz, sorprendiéndolo.

Mis labios se curvan en una sonrisa. "Hombre, lo siento... ¿No recuerdas lo que hicimos anoche?", hago un puchero, acercándome.

Aprieta la mandíbula de inmediato, "¿Qué hicimos?"

"Estás lastimando mi corazón", finjo estar molesta mientras levanto mi camiseta para mostrar el ligero moretón en mi estómago cerca de mi cintura, lo que hace que sus ojos se abran de par en par en sorpresa. Él sigue mirando mi moretón mientras pasa los dedos por su cabello, creyendo completamente esto, "Podría haber sido un poco más apasionado y sensual, pero te quedaste dormido", agrego.

"Juliett. Lo siento, no lo recuerdo", su voz baja, de alguna manera insegura. Luego, mira a mis ojos, "Juliett, lo siento mucho. ¿Por qué no me detuviste?", pregunta, alejándose de mí.

La expresión en su rostro muestra la cantidad de arrepentimiento, lo que me hace inclinarme hacia atrás y reír, sin tener la fuerza para contenerme más. Ralph, por otro lado, me mira confundido, sin entender el significado de mi risa repentina. Luego, levanto nuevamente mi pillama, mostrándole el moretón que me hice al chocar con la encimero de la cocina.

"Ralph, ¿por qué demonios me hiciste un chupetón en el estómago?", intento controlar mi risa mientras el frunce el ceño, "Obtuve esto hace unos días porque choqué con la encimera de la cocina y no pasó nada anoche. Me quedé dormida minutos después de ti", agrego, sonriendo.

"Jódete", respira.

Justo cuando estoy a punto de decir algo, el timbre de la puerta nos hace reaccionar a ambos, nos volvemos a mirar antes de correr rápidamente hacia la puerta principal observando desde la cámara. Nuestros ojos se abren de par en par al ver a nuestras madres, esperando pacientemente a que abran la puerta, lo que nos asusta y nos hace alejarnos lentamente de la puerta.

Silencio de la PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora