Mis cejas se fruncen cuando Henry se detiene cerca de un jet privado, lo que me hace mirar a mi alrededor, pero tan pronto como él abre la puerta para mí, sintiendo una sensación desconocida creciendo dentro de mí.
"Entonces... ¿aquí es mi parada?", le pregunto a Henry, el chófer personal de Ralph.
Él sonríe, "No puedo decirle eso, el Señor Ralph me dijo que la trajera aquí."
"¿Jurado de secreto?", bromeo y él se ríe, haciendo un gesto para que dé los siguientes pasos antes de mirar hacia arriba y encontrar a un par de azafatas y al piloto sonriendo hacia mí; dejándome suspirar.
Subo las escaleras hacia el jet, "Bienvenida, Señora Stetson. La llevaré adentro", dice una azafata antes de caminar delante de mí, haciéndome seguirla desde atrás y directo hacia uno de los asientos, disfrutando de lo cómodos que se sienten.
Para mi sorpresa, ella coloca una MacBook en el pequeño escritorio frente a mí, lo que me hace fruncir el ceño, pero me quedo quieta mientras ella se aleja, dejándome completamente sola.
En cuestión de segundos, el nombre de Ralph aparece en la pantalla a través de FaceTime, permitiéndome presionar 'contestar' antes de ver que se conecta; su rostro aparece en la pantalla mientras empieza a sonreír, "¿Así que siempre llevas a las chicas en una cita en tu jet privado?", pregunto.
Él se ríe y me tomo mi tiempo para ver que él también está en la misma situación que yo, el asiento familiar pero diferente en el fondo; mostrando que él también está en un jet. "Me veras en nueve horas", responde.
"¿Qué?" frunzo el ceño.
Él sonríe, revelando sus dientes. "Confía en mí, cariño. Te veré en un rato y vamos a tener el mejor momento de nuestras vidas, aunque... no nada" continúa hablando. "Disfruta tu vuelo y estaré allí tan pronto como aterrices. Te amo", agrega, tranquilizando mi corazón.
Justo cuando él termina la llamada, escucho al capitán asegurar el vuelo hacía nuestro destino, pero no mencionó dónde; dejándome recostarme en mi asiente, mirar mi vestido y luego mi maquillaje, sonriendo para mí misma por lo mucho que confío en Ralph.
Recuerdo que estaba en medio de mi turno, concentrada en las rondas del día, cuando sentí mi celular vibrar en uno de los bolsillos de la bata. Pensé en ignorarlo, puesto que estaba trabajando, pero algo me impulsó a mirar la pantalla. Al desbloquearlo, vi un mensaje de Ralph.
'Hola, cariño. Cuando termines tu turno, Henry te estará esperando en la salida del hospital. Nuestra cita comienza esta noche, ponte lo que te dará Henry. Te veo pronto, te amo.'
Sentí que el corazón me daba un vuelvo. Una sonrisa se formó en mi rostro, y el cansancio que había sentido hacía un momento parecía desvanecerse de inmediato. Recordé el día en que Ralph me había propuesto la cita, su nerviosismo, el brillo en sus ojos... y el beso que le había dado antes de entrar al hospital cuando me fue a llevar. Ahora, parecía que Ralph había decidido dar el siguiente paso y llevarme a una cita al parecer sorpresa.
La idea me hizo sentir como en una película, y no pude evitar imaginar a Henry, el fiel chofer de Ralph, esperándome en la entrada. Ralph había planeado todo, y ese detalle me hacía sentir especial, cuidada de una forma que jamás habría esperado.
Durante el resto del turno, mi mente seguía volviendo al mensaje. ¿A dónde me llevaría? ¿Qué habría planeado? Me sorprendí a mí misma revisando el reloj una y otra vez, esperando que las horas pasaran más rápido. La rutina del hospital continuaba, pero en mi interior sentía una emoción vibrante, anticipando lo que estaba por venir.
Finalmente, el turno llegó a su fin. Fui a mi casillero, arreglándome un poco antes de salir, mientras una mezcla de nervios y emoción me envolvía. Con cada paso hacia la salida, sentía cómo mi corazón latía con más fuerza. Cuando crucé las puertas del hospital, allí estaba Henry, esperando a un lado del auto, con una leve sonrisa de complicidad.
ESTÁS LEYENDO
Silencio de la Pasión
RomansaRalph, un multimillonario y CEO de la prestigiosa empresa de sombreros Stetson, ha sido nombrado uno de los cinco solteros más atractivos de Oklahoma por dos razones: su increíble atractivo y su conocida aversión al matrimonio, motivada por un profu...