Silencio de la Pasión

Capítulo 40

Juliett

"¡Feliz día de Acción de Gracias!", mis labios se curvan en una sonrisa inmediata al escuchar la voz de Elena mientas se acerca a mí, haciéndome envolver mis brazos alrededor de su pequeña figura, acurrucándonos juntas,

"¡Feliz día de Acción de Gracias para ti también, Elena!", le respondo antes de soltarla y enderezarme, viendo a todo la familia aquí; mirando directamente a Ralph quien tiene su brazo colocado en mi cintura. Luego, comienzan a atraernos para un abrazo, dejándome con un sentimiento cálido en el corazón.

Georgia me abraza fuertemente, "Escuché que estuvieron en Milán. ¿Fue por su luna de miel?", sus ojos se desvían hacia Ralph, quien suelta una risita mientras acaricia mi espalda, dejándome sonreír, sin saber qué decir, solo sonriendo ante su afirmación. "Bueno... entren, necesito seguir haciendo mi pastel", agrega.

"Puedo ayudar", aseguro.

Ella me mira antes de sonreírle a Ralph, "Vamos, entonces".

Miro hacia atrás hacia Ralph por un par se segundos mientras me dirijo hacia la cocina, recordando cuando el y yo éramos más jóvenes y solíamos colarnos en la cocina para tomar algunos bocadillos nocturnos. Fue un recuerdo inolvidable y valió la pena recordarlos.

Mis ojos recorren la cocina antes de volver a posarse en Georgia, quien parece haber estado mirándome desde que llegué aquí. "¿Cómo van las cosas con Ralph? ¿Te está tratando bien?", pregunta, dejándome sin palabras con sus preguntas repentinas.

"Las cosas van muy bien y nunca me ha tratado mal", respondo y ella sonríe, asintiendo con la cabeza, aparentemente satisfecha con mi respuesta.

"Me alegra... han pasado, ¿Qué? ¿Tres meses?", pregunta.

"Casi cinco", respondo.

Para mi sorpresa, veo a Ralph y a Andrés saliendo por detrás de la casa, haciendo que los mire desde la ventana de la cocina, viéndolos reír mientras hablan de algunas cosas. Mis labios se curvan en una sonrisa al verlos, recordando cómo Ralph solía quejarse de que Andrés recibiera más atención, pero aun así nunca se separaban.

"¿Dónde está Sofia?", pregunto, dándome cuenta de que no la vi antes. Irina tampoco se encuentra por ninguna parte y solo supongo que todavía está en la oficina; bueno Irina y yo somos adictas al trabajo, no hay nada que cambie eso.

Georgia cierra la nevera, "Sofia y Alex estarán aquí pronto. Ella parecía querer contarme algo, pero también me dijo que esperara... ¿tienes alguna idea de qué podría ser?", pregunta, haciéndome aclarar mi garganta antes de negar con la cabeza; actuando perfectamente.

"Uh... no tengo idea", respondo.

La siguiente hora la paso ayudando a Georgia con la gran cantidad de comida y su pastel casero, una receta familiar que he estado probando durante años desde que me involucré en la vida de Ralph. Ella siempre ha sido una gran cocinera, al igual que Ralph, y sus cocinados siempre han sido de mis favoritos, después de los cocinados de mi mamá, por supuesto.

"¡Juliett!", Sofia exclama mientras me jala para un abrazo, haciéndome reír.

"Me alegra que pudieras venir, cariño", dice Georgia mientras se abrazan, haciéndome observarlas. "¿Dónde está Alex?", pregunta.

"Nunca me lo perdería por nada del mundo, mamá. Alex está afuera con Ralph y Andrés, que no parecen dejar de hablar del trabajo", responde Sofia antes de volverse hacia mí. "¿No te aburres con mi hermano? Estoy segura de que no tiene nada más de qué hablar contigo que trabajo", bromea.

"En realidad... él no hala de trabajo conmigo", responde y Georgia sonríe, seguida lentamente por Sofia, quien parece guiñarme un ojo.

Georgia sale de la cocina llamando a Andrés, dejándome con Sofia y a mi a solas. Ella se acerca y se aclara la garganta, "Estoy pensando en decírselo más tarde. Quiero decir, no puedo ocultarlo para siempre, ¿verdad? Tarde o temprano, todo comenzará a encajar y es mejor si soy yo quien lo dice en lugar de que ellos se enteren por alguien más", dice.

"Eso es genial. Estoy segura de que te apoyarán", respondo.

"Bueno... mamá e Irina tal vez, pero no estoy muy segura de papá, y Andrés. Por ahora, solo tengo tu apoyo y el de Ralph, lo cual es suficiente para mí, pero tengo miedo de Andrés. ¿Y si me meta?", susurra, riendo después, "Ralph no se alteró mucho porque estabas allí, pero Irina no está aquí... hay muchas posibilidades de que hoy termine muriendo", bromea.

"No te preocupes mucho, Sofia. Solo recuerda que siempre estaré aquí para ayudarte", agarro su manos, apretándola mientras ella también aprieta; sonriendo.

"Tal vez, estar embarazada está afectando realmente mis hormonas. Realmente entiendo cómo se sentía Irina cuando estaba embarazada de Elena porque ahora estoy embarazada y me siento de la misma manera", dice Sofia mientras miro detrás de ella y veo a Georgia y a Hendrick mirando decepcionados a Sofia.

"Intentaré hablar con ellos", Ralph sigue a sus padres hacia la biblioteca de su casa.

Sofia, Alex y yo estamos en la cocina, me esfuerzo por atender sus heridas limpiando la sangre que sale de su nariz y en el costado de sus labios. Lentamente le doy golpecitos con un paño limpio después de limpiar la sangre para asegurarme de que no se infecte mientras él cierra los ojos, soportando el dolor punzante.

"Lo siento", Sofia agarra la mano de Alex antes de besar la parte de atrás.

Alex se gira para sonreírle a Sofia, "No te preocupes, cariño. Superaremos estos, ¿de acuerdo?", le asegura guiñando un ojo, lo que hace que ella pase sus dedos por su pelo, apartándolos de su rostro mientras le doy un poco de antiséptico en sus heridas.

"No está roto. Estás bien", digo, dándole una bolsa de hielo para la hinchazón y el hematoma que se está formando en su pómulo.

Alex se aclara la garganta, "Gracias, Juliett", dice mientras me mira y le sonrío de vuelta; asegurándole que no fue nada y que fue un placer ayudarlo. "Podrías haberme advertido, sin embargo", bromea con una risa suave.

Sofia sonríe tristemente, "Ralph lo llevó bastante bien y pensé que tal vez Andrés sería lo mismo, pero me equivoqué. Estás herido por mi culpa y lo siento", responde mientras le acaricia la cara, evitando cualquier área dolorida o cortada. Luego, me mira, "Gracias, Juliett. Supongo que te debemos", agrega.

"Solo descansen", sonrío mientras comienzan a salir de la casa, dirigiéndose directamente hacia su auto.

En segundos, Ralph aparece en la cocina con un profundos suspiro, su cabello alborotado en todas las direcciones mientras se sienta en el taburete cerca de la isla de la cocina, pasando los dedos por su cabello, tratando de aliviar su estrés.

El día se Acción de Gracias terminó siendo día de Angustia.