Ralph
Pocas veces me he sentido tan vulnerable. De pie en la cocina, observaba a Juliett alistarse para ir al hospital, como lo había hecho muchas veces antes. Aun así, hoy todo parecía diferente. Esta vez estaba allí con una intención clara: invitar a Juliett a una cita, algo que había rondado por mi cabeza desde que le exprese que la amaba hace unos días atrás.
"Cariño", aclaré mi garganta, haciendo que ella me prestara atención con una sonrisa algo nerviosa, era algo nuevo decirle con un apodo cariñoso cuando siempre la he llamado por su nombre. "¿Te gustaría salir conmigo, en una cita? Ya sabes en plan... romántico."
Juliett, tomada por la sorpresa, me miró con una mezcla de confusión y curiosidad, que rápidamente fue reemplazada por una suave sonrisa.
Me sentí más seguro al ver su reacción positiva, "Quiero hacer esto bien, Juliett. Quiero llevarte a un lugar especial, tú y yo."
Juliett sonrío aún más, aceptando mi propuesta. Sentí una inmensa satisfacción, notando que este podría ser el comienzo de algo que ambos habíamos querido, pero nunca habíamos admitido.
El motor del coche ronroneaba suavemente mientras avanzando por las calles despejadas, el sol de la mañana bañando el interior del vehículo con una luz cálida. Conducía atrapado en mis propios pensamientos, con la sensación de que algo importante estaba a punto de ocurrir, algo que no podía controlar.
Había sido una conversación sencilla, un '¿Te gustaría salir conmigo, en una cita?' que había pronunciado casi sin pensar. Pero ahora, mientras ella seguía en silencio, comenzaba a preguntarme si realmente había tomado la decisión correcta. ¿Qué tal si no lo había dicho de la forma adecuada?
"Entonces... ¿Cuándo va a ser la cita, Ralph?", preguntó ella, sin girarse a mirarme, pero con esa curiosidad natural que siempre tenía en su voz.
Me atraganté con mi propia saliva. El nerviosismo me recorrió la espalda como una ola fría. ¿Cuándo? Bueno, no había pensado mucho en eso, la verdad. Había sido tan espontáneo, tan... impulsivo. ¿Acaso ella esperaba que tuviera todo planeado?
Mis manos apretaron más el volante, buscando un punto de apoyo mientras trataba de reunir mis pensamientos.
"Bueno... eso..." mi voz sonó un poco más baja de lo que quería, pero seguí, apretando los dientes para intentar sonar más seguro. "Te lo diré después. No quiero apresurarlo, ¿vale?"
Juliett no pareció molesta ni decepcionada, y es me dio un pequeño respiro. De hecho, vi cómo una ligera sonrisa se dibujaba en sus labios, una sonrisa tan cálida que hizo que el nudo en mi estómago comenzara a aflojarse, aunque solo un poco.
"Claro, no pasa nada", respondió ella, siempre tan relajada, tan natural. Luego, con un tono más juguetón, añadió "Pero ahora, tengo que ir a trabajar. ¡Nos vemos luego!"
Observe cómo se ajustaba el bolso y salía del coche. La conversación había sido más suave de lo que había esperado, pero el nerviosismo seguía anclado en su pecho.
Respiré profundamente, intentando calmarme, cuando de repente, escuché pasos acercándose de nuevo. Levanté la mirada, confundida. ¿Se le había olvidado algo?
Juliett estaba de regreso. La vio caminar con paso decidido, su silueta recortada contra el cielo, algo en su mirada era diferente ahora. No era la misma Juliett despreocupada que había bajado del coche hace un momento.
"Ralph...", dijo, su voz, pero firme.
Fruncí el ceño y, sin pensarlo, salí del coche, un poco desconcertado por la repentina vuelta de Juliett. Pero antes de que pudiera preguntar, ella me interrumpió.
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Silencio de la Pasión
RomansaRalph, un multimillonario y CEO de la prestigiosa empresa de sombreros Stetson, ha sido nombrado uno de los cinco solteros más atractivos de Oklahoma por dos razones: su increíble atractivo y su conocida aversión al matrimonio, motivada por un profu...