Capítulo 14

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Ralph

"¿Qué pasaría si te dijera que tu futura esposa se ha escapado de alguna manera?" Nikos aparece en la puerta, con la mano agarrando fijamente su teléfono mientras me mira con cierta preocupación, lo que hace que mis ojos busquen mentiras en su rostro.

Justo cuando voy a hablar, él ya ha estallado en risas antes de entrar a la habitación y cerrar la puerta detrás de él. "Tú, amigo. Deberías haber visto tu cara. ¿Podemos hacerlo de nuevo porque necesito grabarlo?" levanta su teléfono de color negro azabache con una amplia sonrisa en su rostro, claramente disfrutando de mi reacción.

"Eso no fue gracioso", respondo mientras vuelvo a mirar al espejo, arreglando mi corbata. "De hecho, no deberías bromear con cosas así. ¿Y si mi madre te hubiera escuchado?" pregunto antes de alejarme unos pasos del espejo, observando mi traje; deseando lucir muy atractivo y apetitoso en mi día de boda.

El rueda los ojos. "Georgia y aparentemente la mayoría de los cromosomas XX en tu familia están con Juliett". Continúa hablando mientras sus labios se curvan en una sonrisa. "También escuché que ella está muy guapa hoy. No estoy seguro si podrías mantener la postura cuando la veas".

"¿Quién?", pregunto, continuando, mirándome en el espejo antes de girarme para mirarlo a él.

"Juliett. Obviamente", responde.

"Pensé que siempre había sido bonita. ¿Cómo puede ser diferente hoy?", mis preguntas parecen haberlo hecho reír de nuevo. Sus labios siguen curvados mientras murmura algo en voz baja en griego, algo que podría entender si hablara un poco más alto en lugar de balbucear.

"Tú... amigo mío, tienes mucho que aprender", toma asiento. "Te diré ¨te lo dije¨ cuando la veas caminando hacia el altar. El momento en que contengas la respiración, tus manos te tiemblen y tus labios se queden sin habla al ver su belleza... eso es cuando perderás el agarre de la gravedad. Confía en mí, he estado allí.", dice, con confianza y sin miedo de estar equivocado.

"¿Sabes qué, Nikos? A veces no te entiendo", respondo antes de mirar hacia la puerta y ver a mi padre parado con una sonrisa en su rostro.

Hendrick, mi padre, me mira con orgullo y felicidad en sus ojos. Da unos pasos hacia mí. "Estás muy elegante, hijo. Tu madre y yo siempre estaremos felices por ti y orgullosos de cada decisión que tomes", dice, dejándome asentir con la cabeza y sonriendo.

De repente, Andrés aparece cerca de la puerta con Elena sujetándose de su mano. Tan pronto como ella me ve, sus ojos se abren y corre hacia mí, lo que me hace levantarla del suelo. Sus labios se curvan en una sonrisa mientras estalla en risas. "Tío Alex, te ves muy guapo". Dice, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello.

Tanto Andrés como mi padre nos miran con sonrisas en sus rostros.

Tío Alex... Elena me llama así desde que aprendió a hablar. Simplemente porque estuchó a su abuela llamarme ¨Alexander¨ todo el tiempo cuando está siendo seria y eso es lo que ella escuchó y decidió llamarme Alex. Al principio no me gustaba mucho, pero comenzó a sonar lindo, viniendo de su voz infantil.

"¿Y yo, Elena? Jugamos con muñecas juntos", Nikos comienza a hablar mientras finge estar un poco herido por no recibir halados de ella. "Incluso tuvimos nuestra propia hora del té y pensé que significaba algo en nuestra amistad", agrega, cruzando los brazos.

Elena se ríe, acercándose más a mí. "Te ves bien, Nik". Nikos en llamado Nik por Elena. Le gusta dar apodos propios porque es más fácil para ella pronunciarlos y recordarlos. A diferencia de mi apodo de Alex, a él lo molesto con el nombre Nik porque fácilmente confundible con Nik kei es una comida  fusión de dos países. Desde entonces, él no quiere acercarse a la comida japonesa y peruana... ¡Qué excusa tan divertida!

Silencio de la PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora