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Ya habían pasado tres meses y Jimin simplemente estaba debajo del castillo en las prisiones donde alguna vez, Yoongi había sido preso por solo dos días, Jungkook simplemente lo visitaba para burlarse de él y en ocasiones bañarlo con agua extremadamente fría como castigo, y aunque gritaba para pedir auxilio, no resultaba.

Miro hacia el techo y suspiro, su vida ahora estaba condenada aquí, a la tortura de su hermano y posiblemente, morir.

Jungkook no era piadoso, para nada. Y eso lo supo en el momento que fue básicamente descubierto con su esposo.

Con una pequeña piedra marco la pared para no perder la noción del tiempo y de nuevo sintió como el frío comenzó a calar su piel ya maltratada por los diferentes azotes que en ocasiones el rey ejercía sobre él. Suspiro resignado y simplemente se acurruco para obtener un poco de calor.

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Yoongi despertó en ese nuevo día y rodeo los ojos al ver el techo de su habitación, hoy era el sexto mes en la que estaba encerrado ya en este lugar y simplemente no sabia como es que ya había sobrevivido, conociendo al rey, era sorprendente como es que seguía con la cabeza intacta.

Se levantó y realizo su rutina diaria, se vistió para desayunar y bajo a la planta principal para caminar hacia el comedor.

Cuando entro, reverencio al rey que ya estaba en su lugar y tomo asiento al lado derecho del Rey.

-Buenos días Yoongi.

Yoongi volteo hacia Jungkook y sonrió ligeramente.

-Buenos días majestad.

Jungkook tomo la taza y bebió un poco del té de canela, bajo la taza y la dejo sobre la mesa, tomo sus cubiertos y comenzó a picar la fruta que tenia en su plato. aunque a la perspectiva del rubio. la fruta parecía mas fruta radioactiva que comestible.

- ¿Qué harás hoy Yoongi?

El rubio soltó una risa burlona y llevo a su boca una tartaleta de ciruela, sabor que pudo reconocer inmediatamente.

-No se, tal vez nada.

Jungkook sonrió y dejo la servilleta de tela sobre la mesa.

-Bien, entonces tienes algo que hacer hoy, iremos a cabalgar.

Yoongi dejo el tenedor sobre el plato de porcelana y suspiro resignado, viendo que debía dejar pasar el hambre con tal de seguir las órdenes del Rey.

Ambos se levantaron de la mesa y caminaron hacia el jardín trasero, observo con atención qué se dirigían hacia los establos donde tenían resguardados los caballos del reino, trago saliva y aclaro un poco la garganta para poder hablar.

-Majestad, usted sabe que le tengo demasiado miedo a los caballos, ni siquiera sabré subirme a alguna de esas cosas.

-Por eso, la perderás conmigo.- y sonrió, abriendo las puertas de las caballerizas. -No te preocupes, yo te estaré cuidando.

- ¿Qué me garantiza eso? no confió mucho en usted como para siquiera vigilar que el caballo quiera hacerme algo.

Jungkook solamente rodeo los ojos y pidió al cuidador que abriera las puertas de las caballerizas, al momento de abrirlos, el aroma del establo azoto en la cara del rubio y comenzó a sentirse un poco mareado, el rey se percato de aquello y simplemente lo dejo pasar, pronto se acerco al caballo negro que estaba al inicio de las hileras y el rubio simplemente lo siguió en silencio y tratando de reincorporarse.

♤• |ℜ𝔢𝔡 ℌ𝔢𝔞𝔯𝔱| •♡ || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora