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Un día nuevo en Locolandia y Yoongi ya estaba arreglandose el chaleco para salir y ayudar a Hoseok y Gahyeon en la venta de su ropa y accesorios.

Entro al comedor y sonrió al ver a los hermanos poner la mesa para poder desayunar, Gahyeon con una sonrisa le invito a tomar asiento para tomar los alimentos y salir al mercado qué se instalaba diariamente.

- ¿Pudiste dormir Yoon? -Pregunto dulcemente la mujer mientras le acercaba un plato de fresas con miel.

-Muy bien diria yo- y tomo el plato que se le era extendido. -Muchas gracias.

Hoseok tomo la taza de porcelana y bebió de él. - ¿Tienes planes para hoy? Quería que me acompañarás a hacer algunas entregas en el submundo para el Liebre y la Señora Ratona.

Yoongi asintió emocionado y sonrió.

-Claro, te acompaño y así sirve que pase a saludarlos.

Hoseok sonrió y llevo una mano en el pecho, odiaba sentir la sensación de presión en su corazón, como si algo muy malo podía pasar futuramente.

Como aquel momento en que el Jabberwocky había atacado a la aldea en la que vivía su familia... y que milagrosamente habían sobrevivido Gahyeon y él.

Hoseok suspiro y escuchando la tierna platica de Yoongi y su hermana, tomaba el té que cariñosamente aquella mujer había preparado.

Hoy sería un día muy largo.

Como era normal, subir los bultos de ropa que seria vendida a la carreta el par ahora acompañado de uno más subieron y emprendieron camino al mercado local.

Yoongi pudo apreciar un poco más de lo que era Locolandia. Locolandia era un reino grande a comparación del submundo, los hermanos vivían al límite casi a las afueras de Locolandia y a pesar de eso, ellos debían de seguir las órdenes del Rey de Corazones. Al final de cuenta, era parte del Reino de las Maravillas, Locolandia, el Submundo, el Marmóreo y otras tierras eran parte del Reino de las Maravillas.

Aunque bueno, ahora justamente el Marmóreo estaba peleando por su independencia del Reino de las Maravillas.

El rubio estaba maravillado por los paisajes verdes y rojos qué podía ver mientras el caballo caminaba para poder llegar, animales de todo tipo y plantas era lo que vestía las praderas, algo que nunca podría ver en Humaland.

O al menos eso pensó, no sabia ni que día estaba y ya extrañaba su casa... y q su hermano y hermana.

Al cruzar el arco de rosas rojas en forma de corazón, supo que ya había llegado a la Ciudad Roja, o al menos recordó Hoseok que así se llamaba.

A lo lejos pudo ver de nuevo el castillo tan impotente que ya había visitado y el retrato en grande de quien fuera el Rey de Corazones, soltó un suspiro y la carreta fue dirigido al mercado.

Al llegar, bajaron la ropa que sedua vendida, dejando a un lado la que sería llevado al Submundo.

-Muy bien Gahyeon, esta es la última paquete, debo de llevarme esto para el submundo.

La chica asintió y ayudando a subir todo en la carreta, una fila de cartas se haga presente en el lugar, anunciando la llegada del Rey.

- ¡Abran paso al Rey de Corazones, Jeon Jungkook!

Inmediatamente todos corrían para formar una valla humana y algunos lanzaban pétalos de rosas rojas al paso de los guardias qué cargaban en sus hombros al Rey.

♤• |ℜ𝔢𝔡 ℌ𝔢𝔞𝔯𝔱| •♡ || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora