Capitulo 9

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Solo con oír las palabras de mi suegra, algo en mi cabeza parece desbloquearse y muchos recuerdos vuelven a mi memoria

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Solo con oír las palabras de mi suegra, algo en mi cabeza parece desbloquearse y muchos recuerdos vuelven a mi memoria. Entre ellos muchos momentos de mi embarazo y como estaba ya a finales del último trimestre, ya sabíamos que íbamos a tener una princesa e incluso le teníamos nombre. Nuestra pequeña Aina.

Javi me ayuda a sentarme en el banco y me llevo las manos al vientre, recordando mi cicatriz. Ahora que lo pienso, es la cicatriz de una cesárea, supongo que cuando llegamos al hospital me sacaron a mi bebé para que las dos sobreviviéramos... O al menos yo.

Solo con pensar eso las lágrimas se empiezan a acumular en mis ojos. Aina tiene que estar bien, seguro.

Javi: Aynea, ¿Qué te pasa?
Aynea: Aina...

Miro a Javi y en sus ojos se nota que él también está recordando a nuestra bebé, y cuando siento sus manos sobre mi estómago ya no soy capaz de contener las lágrimas.

Del accidente han pasado varios meses. Por mucho que quiera mantener la esperanza, si hubiera un bebé en alguna de nuestras casas nos hubiéramos dado cuenta.

Mi pareja se gira para mirar a su madre y yo levanto la mirada buscando la de mi hermano. Ellos tienen que saber lo que pasó con la pequeña.

Javi: ¿Dónde está Aina?
Aynea: Y no digáis que no lo sabéis, tengo la cicatriz de la cesárea. Mínimo a ti te informaron Lluís.
Lluís: A eso nos referíamos con lo de no contaros nada.
Montse: Aina no sobrevivió. Nació, pero no aguantó ni una hora por los daños del choque.

Ahí las lágrimas ya salen sin control, mi pequeña...

Siento mi corazón romperse, pero, no sé de dónde, saco fuerzas para ponerme de pie y encarar a mi suegra. Si nos ha mentido con lo nuestro, puede estar mintiendo con la niña.

Aynea: Eso no es cierto.
Montse: Sé que es difícil de asimilar, pero es la verdad.
Aynea: Ya habéis mentido con lo nuestro, podéis seguir haciéndolo.
Montse: ¿Por quién me tomas niña? Era mi nieta
Aynea: Enséñame su tumba y me lo creeré.
Montse: Mira chiquilla, me estás cansando ya...

Mi suegra no llega a acabar la frase porque Javi se mete entre nosotras dos. Tal vez es hacerme daño a lo tonto, pero no pienso creerme nada hasta que tenga pruebas.

Lluís: Aynea, no hay que ponerse asi.
Javi: A lo mejor la tumba no, pero enseñadnos el certificado de defunción. Por mucho que fuera muy poco tiempo, eso tiene que existir.
Lluís: Es haceros daño a lo tonto.
Javi: O demostráis que nuestra hija está muerta de verdad o aquí vamos a tener problemas.

Veo a mi hermano con intención de encararse con Javi, pero en ese momento alguien se mete entre ellos dos. Y no es otra persona más que mi hermana.

Raquel: Dejad de mentirles, Aina está perfectamente.
Montse: Niña, no te metas.
Lluís: Esto no te incumbe.
Raquel: Si me incumbe, porque esto está haciendo sufrir a mi hermana y no se lo merece.
Lluís: Para ya.
Montse: Es mejor creer eso que la verdad, que quise darla en adopción para que no hubiera problemas pero que alguien se la llevó.

Ahí mi mundo se viene más abajo todavía. Quién sabe lo que podría estar sufriendo mi pequeña...

Sin embargo, veo a mi hermana reírse y ahí miro a mi novio, por si me he perdido algo y él se ha dado cuenta. Pero al verlo tan perdido como yo, me quedo aún más confundida.

Mi hermana saca su móvil y mira a Lluís y a Montse antes de acercarse a nosotros.

Raquel: ¿De verdad creíais que Lena y yo nos quedaríamos de brazos cruzados viendo como decidíais sobre las vidas de Aynea, Javi y Aina pretendiendo romper su familia para siempre sin consultarle a ellos?

Raquel: ¿De verdad creíais que Lena y yo nos quedaríamos de brazos cruzados viendo como decidíais sobre las vidas de Aynea, Javi y Aina pretendiendo romper su familia para siempre sin consultarle a ellos?

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La mente puede olvidar, pero no el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora