Capitulo 3

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Termino de recoger mis cosas del vestuario y salgo con la intención de irme a casa

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Termino de recoger mis cosas del vestuario y salgo con la intención de irme a casa. Al estar aún en recuperación solo hago parte del entrenamiento y eso me frustra, quiero empezar a jugar ya, soy el capitán y quiero ayudar a mi equipo.

Me llevo la mano al bolsillo de la sudadera que llevo puesta y siento que ahí está la foto que hace unos días se le calló a Raquel.

Debería habérsela entregado ya a su dueña, si, pero hay algo en esa foto que me tiene descolocado.

La chica que sale junto a Raquel y a Lluis se me hace muy conocida, pero no soy capaz de recordar de dónde. Y eso me resulta muy incómodo, tanto por mí como por la otra persona si me la cruzo.

Cuando estoy cerca de la salida alguien choca conmigo. Levanto la mirada y veo que ha sido Nico, si que llega tarde este chico.

Javi: A buenas horas Melamed.
Nico: He acompañado a mi madre al médico, tenía permiso hoy para llegar tarde.
Javi: Bueno, que vaya bien el entrenamiento.
Nico: ¿Te vas ya?
Javi: Si, estoy en proceso de recuperación asi que solo hago parte del entrenamiento.
Nico: ¿Y tienes algo que hacer?
Javi: Mi plan era ir a casa, asi que no. ¿Por qué la pregunta?
Nico: He dejado a mi madre en su trabajo y he venido directamente a entrenar porque tampoco me han dado mucho tiempo. Hemos salido de casa con prisas y no sé si hemos apagado la vitro. ¿Te importa pasarte y ver si está todo en orden? Mis padres me matan como se nos queme la casa por un descuido.

Él extiende un juego de llaves hacia mí. No tengo nada importante que hacer, y al chico se le ve bastante apurado, no es tanto problema hacerle el favor.

Javi: Sin problema, pero no recuerdo exactamente donde vives.
Nico: Yo te mando ahora mismo la ubicación, no te preocupes, me salvas la vida Javier.
Javi: Es solo entrar y ver la vitro, ¿No?
Nico: Si, lo único es que antes de abrir la puerta tienes que usar el mando de la alarma para que no salte.
Javi: ¿Y eso dónde está?
Nico: En el llavero, tranquilo que no va a pasar nada. De verdad, mil gracias, te debo una enorme.

Mi compañero me da el llavero y sale disparado al interior del edificio de la ciudad deportiva. Niego con la cabeza y voy hacia mi coche mirando el juego de llaves para buscar el dichoso mando de la alarma, pero mi mirada se fija en el llavero que cuelga. Es una L de color celeste blanco y con Perica (la mascota femenina del Espanyol) en el lado largo, pareciera que se uniera a otro llavero por esa parte.

Me meto en el coche y sigo mirando el llavero totalmente descuadrado.

Este tipo de llavero se lo he visto a otros compañeros. Lo hace el club personalizado para parejas y sé que la novia de Nico se llama López de apellido, pero me resulta muy raro que tenga la inicial del apellido y no la de su nombre cuando la N y la R tienen ambas un lado largo recto.

Por ejemplo, mi hermana y Oscar lo tienen por los apellidos, porque era más fácil cuadrar a la mascota con la M de Melendo que con la inicial del nombre de mi cuñado.

Dejo las llaves en el asiento del copiloto junto a mi mochila y conecto el móvil al coche, justo en el momento que me llega un mensaje de Nico. Lo abro desde la pantalla del coche y veo que es la ubicación que antes me dijo que me mandaría.

La meto en el GPS del coche y empiezo a conducir siguiendo las indicaciones. No recuerdo haber venido nunca a casa de Nico, ¿Por qué el camino me resulta tan familiar?

 No recuerdo haber venido nunca a casa de Nico, ¿Por qué el camino me resulta tan familiar?

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La mente puede olvidar, pero no el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora