Capitulo 14: Final

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Oír la risa de la pequeña solo hace que todo sea mucho más real, Aina está bien y ahora somos una familia de tres

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Oír la risa de la pequeña solo hace que todo sea mucho más real, Aina está bien y ahora somos una familia de tres.

Sin pensarlo demasiado, me acerco a la cuna despacio y con el corazón a mil. Cuando veo a la pequeña con su chupete de Perico y Perica (las mascotas del Espanyol, como no podría ser de otra manera) y jugando con los muñecos del juguete de la cuna, siento que las lágrimas se me acumulan en los ojos. Es tan bonita mi princesa.

Siento la mano de Javi en mi espalda y él también se asoma a la cuna mirando a nuestra hija.

Javi: Nuestra princesa.
Aynea: Aina Puado López.

La pequeña quita la mirada de sus juguetes y nos mira fijamente a los dos. Y cuando alarga una manita hacia nosotros, es cuando no puedo contener las lágrimas.

Aynea: Hola princesa, soy mamá. ¿Quieres que te coja?

Ella se ríe y lo interpreto como un sí. Asi que, con mucho cuidado, la cojo en brazos sacándola de la cuna para después acomodarle en mis brazos.

En todo el movimiento, siento a Javi pegado a mi costado y con una mano en la cintura, supongo que intentando ayudarme a estar tranquila para que la niña no se asuste y también para calmar sus propios nervios.

Cuando ya tengo a Aina en una posición cómoda para las dos, la miro a la carita y veo como sus ojitos están fijos en mí. Y son los ojos más bonitos que he visto en mi vida. Beso su frente y ella se ríe moviendo las manitas, es tan mona.

Javi: Parece que no es de los que si los coge un extraño se pone incómoda.
Aynea: También han dicho Lena y Oscar que le han enseñado fotos y videos nuestros para que sepa quienes somos, a lo mejor nos reconoce de eso.

Veo a Aina apoyar la cabecita en mi hombro y siento que voy a llorar, son demasiadas emociones juntas.

En un solo día he recordado a mi pareja y mi embarazo, me he enterado de que soy madre y además tengo a mi bebé en brazos. Demasiado de golpe.

Javi: Ayni, ¿Estás bien?
Aynea: Si, tranquilo.
Javi: Es que te noto rara.
Aynea: Es que han sido demasiadas cosas de golpe, además la peque está super amorosa y las emociones salen solas.

Él asiente y se agacha un poco para quedar en el campo visual de la pequeña. Ella enseguida fija la mirada en su padre y veo a mi pareja sonreír a la vez que se le escapa una lagrimilla.

Javi: Hola Aina, soy papá. Estás cómoda en los brazos de mamá, ¿A que sí?

Aina se ríe sin soltar el chupete y estira los brazos hacía Javi, que enseguida la coge en brazos y la acomoda. La peque apoya la cabecita en su hombro y juro que ahora mismo estoy por derretirme. ¿Cómo puede ser tan tierna alguien tan pequeña?

Javi: Parece que está cómoda.
Aynea: Es que el hombro de su papá es muy cómodo.

Abrazo a mi pareja y apoyo la cabeza en el hombro que le queda libre, y enseguida la pequeña se echa hacia mi pegando su carita a la mía.

Javi: Ahora somos una familia de 3.
Aynea: Habrá que ver como lo hacemos para llevarla a Barcelona, pero seguro que antes de darnos cuenta estamos los tres en casa. Y todo será como siempre debió ser.

Él deja un beso en mi frente y después en la cabecita de nuestra niña, algo que hace que no pueda evitar sonreír como idiota.

Habremos perdido la memoria, pero esto demuestra una cosa: La mente puede olvidar, pero no el corazón.

Habremos perdido la memoria, pero esto demuestra una cosa: La mente puede olvidar, pero no el corazón

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La mente puede olvidar, pero no el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora