Aynea y Javi son una pareja muy unida, de hecho están a punto de casarse.
Pero un accidente de tráfico lo cambia todo, el fuerte golpe hace que sus mentes olviden toda su historia, que su relación desapareciera por completo.
Cuando pasan los meses y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con los recuerdos de vuelta en mi mente, soy consciente de lo que mi madre ha intentado provocar.
Sabía de sobra que la idea de que tuviera novia no le hacía ni pizca de gracia (tampoco es que le haga gracia que Lena esté con Óscar, todo hay que decirlo), pero llegar al extremo de usar un accidente de tráfico y mi amnesia para alejarme de mi chica... ¿Se puede ser más ruin?
Y luego está Lluís, el hermano mayor de Aynea. No pensaba que me odiase tanto. Que no aceptaba que estuviera con mi prometida era algo que sabia y de lo que era consciente, eso creo que lo saben hasta las piedras. Lo que nunca me imaginaba es que le haría eso a su hermanita...
Y por último están Lena y Raquel, nuestras hermanas pequeñas. No las puedo culpar, estaban entre la espada y la pared e hicieron lo que creyeron mejor. Y si soy sincero, creo que muchas de las cosas que han hecho que mi mente vuelva a la normalidad han sido cosa de ellas dos. Aunque mi hermana esté en Granada.
Javi: Ahora entiendo que Lena se fuera, no aguantaba no decirnos la verdad. Aynea: Y porque Raquel se fue de casa al poco de que yo saliera del hospital para ir a vivir con Nico. Javi: No podían con la culpa de mentirnos. Aynea: Creo que va siendo hora de plantarles cara.
Asiento respirando profundamente y simplemente la abrazo cerrando los ojos. En cuanto ella corresponde al gesto, el sentimiento que llevaba teniendo desde el accidente de que algo me faltaba desaparece por completo. Y está muy claro por qué.
Quien me faltaba era ella, y mi corazón lo sabía.
Aynea: ¿Tú también sentías que algo no cuadraba? Javi: Sentía que faltaba alguien, y ya sé lo que era. Aynea: Parece que los sentimientos son más fuertes que los recuerdos. Javi: Y que la verdad siempre acaba saliendo a la luz.
Aynea se separa de mí y yo simplemente la miro a los ojos. Inconscientemente, nos vamos acercando hasta que nuestros labios se unen en un beso. Al principio es torpe, pero al poco el movimiento se acompasa (como si fuese algo automático) y se convierte en algo increíblemente tierno.
Nos separamos al poco por la falta de aire y volvemos a mirarnos a los ojos. Sonrío sin poder evitarlo, ahora sí que todo vuelve a ser como antes.
Javi: Te amo Aynea. Aynea: Te amo Javi.
Volvemos a besarnos, aunque esta vez es mucho más corto porque oímos algo caer cerca de nosotros.
Cuando nos giramos, vemos a mi madre y al hermano de mi chica, mirándonos con caras de sorpresa. Supongo que no se esperaban que volviéramos a recordar ciertas cosas.
Montse: ¿Qué narices está pasando aquí? Javi: Te veo muy sorprendida mamá. Aynea: ¿Quizás es porque hemos descubierto algo que no debíamos? Lluís: ¿De qué estáis hablando? Javi: De que no nos habéis contado de que estábamos juntos. Aynea: Y no solo éramos pareja, sino que también estábamos viviendo juntos y a punto de casarnos. Lluís: Lo hicimos por vuestro bien. Montse: Si os enterabais de todo de golpe hubiera sido peor. No estáis preparados para todo.
Voy a responderle a mi madre, pero siento a Aynea apoyarse en mi hombro, como si perdiera el equilibrio. La sujeto antes de mirarle la cara, y sinceramente su expresión no me gusta en absoluto.
La ayudo a sentarse en el banco que está a nuestra espalda y acaricio sus mejillas mirándola preocupado. Ella simplemente se lleva las manos al abdomen y la noto a punto de llorar.
Javi: Aynea, ¿Qué te pasa? Aynea: Aina...
En ese momento mi cabeza hace clic y más recuerdos vienen a mi mente.
Sin poder evitarlo llevo las manos a su vientre y empiezo a temerme lo peor.
¿Dónde está Aina? ¿Dónde está nuestra hija?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
