Capítulo 18. Autosabotaje

569 108 21
                                    

Bakugo siente que se le va el aire, el alma y la vida al ver ese trozo de edificio caerle a Izuku. Pero ni siquiera le da tiempo suficiente para reaccionar y saltar de entre los asientos cuando ve el gran pedazo de cemento desaparecer ante sus ojos. De alguna forma, y aunque podría haber sentido paz en ese momento, lo que siente es una abrumación rodeándolo. No ha visto un don similar en años y, por supuesto, no es normal que haya tantos dones parecidos, mucho menos uno que le recuerde a Shigaraki Tomura.

El pequeño niño que lleva en sus brazos ha deteriorado por completo el peligro inminente, no, no lo ha deteriorado, simplemente lo ha hecho desaparecer.

Bakugo Katsuki por fin logra llegar hasta donde se encuentran y los toma en brazos. No es momento para hacer preguntas, además, nota de inmediato que Izuku está inconsciente. Carga al profesor en su espalda y le dice al niño: "Agárrate", mientras lo acomoda por su cuello.

El niño, que tenía un gesto preocupado, solo afirma sus palabras y, obedientemente, toma al hombre del cuello antes de que este empiece a usar su poder para volar con las instrucciones hasta salir del edificio. No hace falta decir que al salir terminan de destruir la poca estructura que quedaba en la entrada. Uraraka, segura de que no queda nadie más, libera su poder, alejando a las personas.

Pronto, Bakugo baja al niño y lo acomoda en el suelo, tratando de que el aire vuelva a sus pulmones, pensando en una teoría propia de que su estado se debe al humo que tragó en el edificio.

— ¡No, debe llamad al dodtod! —exclama el niño, agarrando con sus manitas el hombro del héroe de las explosiones para alejarlo de Izuku.

Por supuesto, no entiende qué pasó. Uraraka decide hacerle caso al niño y sale en busca de un médico que pueda trasladar a Izuku al hospital de héroes.

— Kacchan —el mencionado voltea a ver al hombre entre sus brazos y sonríe al ver que está consciente—. Viniste, por fin puedo... ve...verte.

— Solo hago mi trabajo, Izuku, no te ilusiones —responde, tratando de sonar orgulloso, pero realmente sigue preocupado—. ¿Cómo te sientes? ¿Puedes levantarte?

— No —responde, cerrando los ojos pesadamente y volviéndolos a abrir con más dificultad—. me siento mal —susurra, débil, el pequeño que Izuku había tenido en brazos se acerca y toma su mano.

— Peddón... —dice el niño, preocupado, mirando a su héroe.

— Tranquilo, Take, hoy nos salvaste —responde, y aunque desea seguir dándole ánimos al niño, pronto vuelve a caer en la inconsciencia.

— Ey, no te duermas, maldición —dice Bakugo, agitando sus hombros.

— No, no puede haced eso —explica el niño rápidamente. Pronto, Uraraka regresa con el primer médico que encontró. Este trabaja en el área de psicología infantil y atiende casos de quirks anormales, por lo que reconoce a Take de inmediato.

— Héroe Dynamight, necesito que nos dé espacio, él estará bien, solo necesitamos estabilizarlo —pide, y aunque Bakugo está reacio a soltarlo, obedece, mientras ve cómo dos enfermeros llegan con una camilla—. Take, dime qué pasó —exige el doctor mientras verifica los signos vitales del profesor.

— Estaba dentro con el héroe Deku, pero cuando llegó el héroe Dynamight, el edificio se iba a caer y usé mi don para que no lastimara a Deku.

— ¿De qué tamaño era el desprendimiento? —pregunta el doctor, ahora mirando a Bakugo, quien no pierde detalle del cuerpo en reposo de Izuku—. ¿Héroe Dynamight? —cuando el doctor vuelve a captar la atención de Bakugo, este decide hablar—. ¿De qué tamaño era el desprendimiento del techo? Está en 80 sobre 60. Preparen la ambulancia y coloquen una bolsa con 2 ml por minuto —pide el doctor mientras termina de revisar.

La promesa [Profesor&Prohero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora