Capítulo 22. Nervios

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Bakugo.

Maldito idiota, maldito imbécil y maldita boca grande y estúpida, no puede ser, ¿porqué mierda le dije todo eso a Izuku?

"...no podría ser así, apenas llegué a Estados Unidos me arrepentí, no iba a aguantar mucho en mi vida si ti, esa es la verdad, asi que no será así, ¿bien...?"

MALDITO IMBÉCIL.

Vine a este puto país por una maldita razón y fue IZUKU MIDORIYA, apenas lo veo lo que se me ocurre es actuar como un perro abandonado y decir que no puedo vivir sin él.

Solo se humillarme, a este paso será mejor que me arranque la lengua y de paso el puto corazón.

— Kacchan —escucho a Izuku llamarme, haciéndome reaccionar.

Debo llevar como 5 minutos mirándome al espejo mientras me insultó como estúpido mentalmente viendo mi reflejo.

Al final, lo subí a mi auto y lo traje a mi departamento para poder ayudarlo a calmarse con soluciones reales, lo metí a una bañera con agua caliente y le di te para que mejorar su digestión y sacar la droga de su sangre. Le prepare algo de comer y aunque parece que su libido ha bajado, está algo aturdido.

— ¿Qué quieres? —pregunto desde el baño de mi cuarto.

— ¿Podemos hablar? —pregunta en un tono atropellado, no sé si es por los nervios o lo tonto que está por la droga pero no quiero saber.

— Escucha bien —le digo dando un portazo para salir del baño—. Dormiré en el cuarto de al lado, con el seguro, no me llames, no me hables y no me busques si no es una emergencia, cuando estés mejor vas a tomar un vuelo a Japón y no vas a putas volver a arrastrarte para verme, ¿estás claro?

— No, Kacchan, no me alejes de nuevo, quiero hablar, quiero que nosotros...

— No hay un nosotros, Izuku, no tenemos nada, eres profesor, yo un prohero, tienes tu carrera profesional excelente, y yo no dejo de joder mi estúpido ranking por mi actitud, tu tienes un desastre emocional, yo no, pero ya no quiero verte intentarlo. Tenemos caminos diferentes, fin.

— Kacchan no es justo..., yo

— No, no es justo que vengas aquí, que te atrevas a seguirme el rastro como un maldito loco cuando por fin me fui de Japón, me costó años asimilar estos sentimientos y tú... Y tú no sé qué mierda quieres, ¿me quieres a mí o solo quieres sentir que hay alguien esperando por ti?

— Tu sabes que yo no soy así, Kacchan —me responde, con los ojos lagrimosos y yo apartó la mirada, no voy a caer de nuevo en su mirada, no puedo.

— Como sea, tengo sueño, estoy cansado —Izuku se levanta de la cama, como si tratará alcanzarme, pero como la droga le ha dejado efectos, cae débil contra el suelo—. Idiota, quédate quieto, maldición —digo más preocupado que enojado pero definitivamente altera mis nervios, lo coloco sobre la cama de nuevo y lo abrigo—. Me voy a dormir, tu también tienes que hacerlo —me voy pero sujeta mi mano.

— Por favor, dame una oportunidad, solo dame una última oportunidad —dice como una súplica, sus ojos verdes como esmeraldas están decaídos y quiero decir que NO pero es tan difícil si es él quien me lo pide—. Kacchan...

— Push, vas a tener que conquistarme y te deseo suerte con eso —respondo, altanero y mentiroso por supuesto, pues si no tuviera sentimientos por Izuku no tendría que haber huido en primer lugar.

Al final voy a descansar en el cuarto de invitados tras agarrar ropa de pijama y me hecho a la cama, cansado y con dolor de cabeza.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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