Después de las fiestas de fin de año, la rutina volvió a asentarse. Las vacaciones terminaron, y con el inicio de enero, también llegó el regreso a las clases. La transición de las celebraciones a los estudios siempre era un poco difícil, pero esta vez, para T/n y Cole, había algo más en el aire. Volver al día a día significaba volver a guardar su secreto, al menos por un tiempo más.
El primer día de clases, T/n y Cole llegaron juntos como siempre, caminando uno al lado del otro mientras el aire frío de la mañana les rozaba las mejillas. Luna, su cachorro, los había despedido con entusiasmo desde casa, haciendo que ambos salieran con sonrisas en los rostros.
Al llegar a la entrada del colegio, se encontraron con Samara y Alex, que los esperaban. Ambos parecían haber disfrutado también de las vacaciones, pero había algo diferente en la forma en que Samara y Alex se miraban, algo que T/n y Cole no pasaron por alto.
T/n- (mirando a Samara con una sonrisa divertida) ¿Qué pasa aquí? Parecen más cercanos que nunca.
Samara- (sonrojándose un poco) No sé de qué hablas... solo hemos pasado mucho tiempo juntos estas vacaciones.
Alex- (riendo) Sí, claro. Solo mucho tiempo "amigos".
T/n- (mirando a Cole con una mirada cómplice) Me suena familiar...
Cole- (siguiendo la broma) Hmm, tal vez deberíamos ser "solo amigos" también.
Samara- ¡Ni lo pienses! Ustedes dos no podrían engañar a nadie. Son una pareja desde siempre.
Entre risas, el grupo entró en la escuela, donde el bullicio habitual del primer día de clases tras las vacaciones llenaba los pasillos. La vuelta al aula fue menos intensa de lo esperado, con los profesores todavía en modo postvacacional, lo que les permitió adaptarse al ritmo nuevamente con más facilidad.
A lo largo del día, mientras caminaban entre clases y conversaban con sus compañeros, T/n no podía evitar pensar en lo que les esperaba ese año. Aún faltaban meses para el verano, pero la idea de finalmente contarle a todos sobre su matrimonio con Cole le emocionaba y a la vez le causaba algo de nervios. Sabía que muchos se sorprenderían, pero estaba segura de que su relación era fuerte, y el apoyo de sus amigos y familia sería incondicional.
Durante el recreo, T/n, Cole, Samara y Alex se reunieron en su lugar habitual en el patio. El sol de invierno brillaba débilmente sobre ellos, y las conversaciones fluían con normalidad. Sin embargo, T/n no podía dejar de notar cómo Alex y Samara se acercaban más de lo habitual.
T/n- (susurrando a Cole) ¿Te diste cuenta de que hay algo más entre ellos?
Cole- (sonriendo) Lo noté hace días. Solo es cuestión de tiempo antes de que lo admitan.
T/n- (riendo) Me pregunto cuánto más van a esperar...
De vuelta en las clases, el día continuó sin sorpresas, pero la rutina reconfortaba a T/n de alguna manera. Sabía que, aunque el ritmo de la escuela podía ser monótono, siempre había algo emocionante a la vuelta de la esquina: las pequeñas aventuras con Cole, las bromas con Samara, y, claro, la vida que estaban construyendo poco a poco, a su propio ritmo.
Al final de la jornada, el grupo se dirigió a la salida, hablando sobre los planes para el fin de semana. Samara mencionó que quería organizar una pequeña reunión en su casa, y todos estuvieron de acuerdo en que era una buena idea para relajarse después de la primera semana de regreso.
Samara- (mirando a T/n y Cole) ¿Vendrán, verdad? Hace mucho que no hacemos algo juntos fuera de la escuela.
T/n- (sonriendo) Claro que iremos. Será bueno despejarnos un poco.
