Capítulo 30

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Naruto caminaba por el sendero principal del país del fuego sin esconderse, no era necesario, obtuvo los recuerdos de su clon con henge del anciano que vendía el pescado en la aldea, sonrió al ver a Itachi en sus memorias, suspiró ligero -¿Qué es lo que harás para llamar la atención de esa organización?- el rubio sonrió -capturaré a uno de ellos y cobraré su recompensa -el zorro sonrió con maldad -¿cómo los encontraremos?- Naruto observó el camino con seriedad -ellos me encontrarán a mí- kyubi guardó silencio -supongo puedo confiar, te estaré vigilando -el rubio asintió, un grupo de delincuentes se paró frente a él -vaya vaya ¿qué hace un mocoso sintiéndose tan valiente caminando solo? -Naruto avanzó sin detenerse -oye mocoso, te estamos llamando, dános todo lo que traes contigo -el rubio siguió avanzando, los delincuentes corrieron -¡te mataremos maldito!- todos recibieron kunais en la nuca, uno de sus clones bajó de un árbol, recolectó sus armas, revisó las pertenencias, no había nada de importancia, sacó el dinero y lo entregó al original, comenzaron a incendiarse mientras seguía su camino, tronó su cuello con fastidio.

…..

Llevaba tres meses fuera de la aldea, aún no recibía la visita de esos bastardos, ya se había hecho un nombre en el bajo mundo “Zorro”, algún sujeto lo reconoció del examen gennin donde Gaara lo llamó así, malditos idiotas, negó con fastidio. Había cobrado algunas recompensas, había hecho trabajos específicos de asesinato, entró a un bar en una aldea, pidió sake y algo para comer -¿no estás muy joven para beber mocoso?- el rubio vio con frialdad al cantinero -haga lo que digo- el sujeto asintió con cuidado al ver su mirada. Naruto tomó su lugar en la barra, comenzó a comer pescado y arroz, tomó un poco de sake -debes hacer algo contundente, algo que demuestre tu poder, ataca una maldita aldea, aunque sea de delincuentes -el rubio sonrió arrogante -lo sé, la aldea del sonido pertenecía a Orochimaru, aún existe, sigue siendo centro de delincuencia y trata de gente para investigación y trabajo forzado, por eso estamos aquí -el zorro sonrió -acaba de comer y hazlo, esos bastardos están tardando en tomar en cuenta al jinchuriki de kyubi, es una maldita ofensa-

Naruto sonrió ligero- entiendo -terminó de comer, pagó, con calma salió del lugar siendo observado por la gente que murmureaba a sus espaldas al ubicar al joven, había una foto suya en el muro con una recompensa bastante alta. Salió del pueblo dirigiéndose a Otogakure, caminó por al menos una hora, observó a un sujeto frente a él, siguió su camino ignorándolo -mocoso- el pequeño ignoró su llamado -maldito mocoso te estoy hablando, te atreves a ignorar al gran Raiga, uno de los espadachines de la niebla -Naruto paró de golpe, sonrió con maldad, giró sus fríos grises, levantó el libro bingo buscando al sujeto -tu recompensa no es tan grande, pero creo me ayudará -Raiga lo vio cabreado -buscaré una buena frase para tu lecho de muerte mocoso- levantó las kibas llenando de electricidad ambas, el cielo se había hecho gris, un tornado creció a su alrededor, niebla salió de su cuerpo limitando la vista de su adversario. Naruto levantó su mirada, una barrera de cuerpo lo cubrió, usó una armadura de viento adicional al ver electricidad -siente el poder de mis kibas-

El rayo cayó sobre el rubio quien no se movió ni un poco recibiendo el ataque, el menor giró su rostro de lado, sonrió con maldad, podía sentir su descarado chakra fluir, no se limitaba en ocultarlo el espadachín, se confiaba en cegar su vista. Naruto sonrió aún más al ver a su clon aparecer a la espalda del enemigo cuando el tornado paró, en cuestión de segundos a gran velocidad sin darle tiempo a darse cuenta de su presencia con un kunai envuelto en chakra viento giró soltando de un tajo el bulto en su espalda.

Raiga giró con terror, bajó su mirada, las cuchillas de viento habían atravesado su cuerpo, escupió sangre -te maldigo maldito- cayó de espalda sobre el bulto. Naruto tomó las kibas sintiendo una descarga eléctrica, su chakra viento sometió el poder de la espadas, en ese momento las Kibas lo eligieron como su nuevo dueño, sonrió arrogante, las colocó en su sello, selló el cuerpo de Raiga, abrió la bolsa viendo a un niño pequeño aterrado- ¿dónde está Raiga, señor?-

El rubio lo vio con molestia -ayudas a un criminal, ¿por qué no debería matarte también?- el pequeño estaba nervioso, había sido muy rápido el chico, no alcanzó a avisar a Raiga de su presencia a su espalda -no lo sé, ¿podría terminar con mi vida señor?- Naruto lo vio con frialdad -te llevaré a una aldea, no haré más por ti -un clon llevó al niño lejos de ese lugar, él continuó su camino, sacó las kibas, no tenía chakra Raiton, las bañó de un poco de chakra, la electricidad salía de ellas sin necesidad de más, sonrió ligero, al parecer no necesita ese chakra para hacerlas funcionar, lanzó un rayo en medio del bosque jugando como un niño pequeño con su nuevo juguete.

Caminar a tu lado (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora