Libertad - Sun Wukong x OC

7

Narradora

La chica se sorprendió de sí misma y se alejó del Rey Mono.

- Perdón, yo...me alegro de que estés bien.- dijo con la mirada baja, podía sentir sus mejillas arder de la vergüenza y los ojos de Wukong sobre ella.

El mono le miraba con sorpresa, su gesto le había tomado completamente desprevenido, aún así no pudo evitar que apareciera una sonrisa de satisfacción en su rostro, algo en él disfrutaba la idea de que Liz se preocupara.

- Tsk, se preocupan por nada, como si fuera un debulicho como ustedes.- Wukong rompió el silencio tratando de retomar su actitud despreocupada.

- Aún así nos preocupamos, no has aparecido por días.- le reclamó Liz volviéndolo a mirar.

- Que ustedes no me vean no quiere decir que no esté ahí. Los estuve siguiendo transformado en un insecto, tampoco soy tan inconsciente como para dejar desprotegido a mi maestro.- respondió el mono.

Wukong comenzó a avanzar en su nube de vuelta al campamento.

- ¿Entonces ya no estás molesto conmigo?- preguntó la chica alcanzando en vuelo al Rey Mono.

- Nunca estuve molesto contigo.- le respondió sin mirarla y se detuvo al estar cerca del campamento. Desde su posición ya podía ver la luz que provocaba la fogata y distinguía las figuras de Bajie, Wujin y Xuanzang.

- Debes estar bromeando, ni bien me hablaste te fuiste.- la chica voló hasta quedar a su lado nuevamente.- Además, Wujin me explicó lo que pasó.

Wukong la miró molesto, él aún seguía sin entender sus emociones y el hecho de que el hombre pez saliera a relucir nuevamente le parecía un fastidio. Por su parte, la chica notó al instante el cambio de actitud y dudó en qué decir, si lo hacía enfadar volvería a "desaparecer" hasta quién sabe cuándo.

- Yo ...

- No le hagas caso a ese tonto, a veces no tiene idea de lo que habla.- le paró Wukong. - Será mejor que regreses, te deben estar esperando.

El mono se quedó mirando el campamento, al estar concentrado en su cuenta mental para alejar su molestia, esta vez no notó la mirada de Liz sobre él. Ella se sentía algo confundida con su comportamiento y dudaba de qué debía hacer para que el Rey Mono retomara el viaje de forma normal.

- Nos están esperando a los dos, así que vamos- Liz le tomó de la mano y le jaló ligeramente para que la acompañara. El mono algo desconcertado por el gesto le sonrió.- No es lo mismo sin ti, el silencio volverá loco a Xuanzang.

Ambos rieron por el comentario y Wukong finalmente aceptó.

- Sí, definitivamente se aburren sin mi.- comentó orgulloso.

Bajaron con el resto quienes se mostraron muy contentos de tener al mono de vuelta. Liz observó como los tres convivían mientras el monje se mostraba más tranquilo al tenerlos juntos nuevamente.  

- Liz, estás herida.-notó Wujin alarmado señalando su brazo, el cual había sido alcanzado por una de las garras del ave Peng.

- Oh claro, olvidaba que alcanzó a arañarme.- comentó la chica algo despreocupada sintiendo la mirada de todos.- No se preocupen, es una herida muy superficial, no debe tardar en cerrarse.

Tras convencer al resto de que no era algo de qué preocuparse, el grupo se dispuso a descansar pues retomarían el viaje al amanecer. 

Antes de buscar dormir la chica se alejó un poco de los demás para revisar su herida y vendarla, por suerte, también se había hecho de cosas para curar en las aldeas por las que pasaban así que tenía vendas de sobra.