Elizabeth podría ir a cualquier lugar, con sus alas la libertad sería algo seguro, sin embargo su origen y su compromiso la tienen atada.
Enviada a acompañar a un grupo peculiar por toda una travesía, conoce a Sun Wukong, este le hará cambiar su f...
Un ruido estruendoso me hizo despertar de golpe. Tardé un momento para volver en mí, no me había dado cuenta en qué instante me quedé completamente dormida.
Observé a mi alrededor tratando de acoplar mis ojos a la leve iluminación de la noche, viendo el exterior de la cueva me percaté que la lluvia había cesado y de esta sólo quedaba el aroma fresco de tierra mojada. Wukong se encontraba de pie poniendo completa atención al exterior.
Una vez más el sonido se hizo presente. Está vez lo había podido reconocer a la perfección, era un rugido fuerte y grave que rebotaba entre la zona montañosa.
- ¿Qué fue eso?- pregunté reincorporándome.
- Creo tener una idea, pero realmente espero estar equivocado.- respondió Wukong sin dejar de prestar atención a las montañas.
Observé al resto, también se habían despertado por el ruido pero se mantenían estáticos en su lugar, como en espera de alguna otra señal de que debían moverse. Un tercer rugido resonó.
- Hermano Mono, debido a la zona en la que nos encontramos y su característico sonido me temo que es el Tigre de Vanguardia.- habló Wujin con voz temblorosa. Wukong le vio de reojo y frunció el ceño.
- ¿Tigre de Vanguardia? - pregunté, era la primera vez que escuchaba ese nombre.
- Es un demonio que asemeja a un tigre, con una enorme fuerza y una sed de sangre insaciable.- explicó Wujin.
- Realmente es alguien a quien temerle, no se anda con juegos y su objetivo siempre es matar a su contrincante.- comentó Bajie preocupado.
Sus palabras me alteraron, suena como un ser sin piedad. Miré a Wukong, él tampoco es alguien fácil de derrotar, pensé.
- Atentos. Se está acercando.- anunció el Rey Mono para sacar su bastón.
Una enorme piedra lanzada a la entrada de la cueva fue el primer ataque del Tigre, una roca que Wukong destruyó en un rápido movimiento.
- Tsk, va a necesitar más que eso para realmente ser una amenaza.- comentó con una sonrisa de lado. De un momento a otro el Tigre apareció en la entrada de la cueva.
- ¡Vaya, vaya! ¿Qué festín me trajo la noche? - habló con tono fuerte y grave. Su pelaje era naranja con negro, en su espalda cargaba lo que parecía ser una espada y su gran tamaño le daba un aspecto bastante intimidante.- Un moje y una mujer, sin duda alguna de las cosechas que más disfruto.
Dijo para darnos una mirada de deseo, era como un niño en una tienda de dulces, saboreando su caramelo favorito desde antes de comprarlo. Sus ojos rojos eran penetrantes, mi cuerpo reaccionó y rápidamente me puse a la defensiva enfrente de Xuanzang.
- Está noche no.- Wukong llamó su atención.- Al menos que seas tan estúpido como para enfrentarte a mi.
- Otra sorpresa de los dioses, el Rey Mono en persona.- habló el Tigre viendo a Wukong.- Me pregunto si tu sangre me otorgará tu fuerza.
- Adelante, quiero ver que lo intentes.- le retó Wukong, el Tigre rió estrepitosamente.
- No me tomes por ingenuo. Pelear contigo me tomaría años y no tengo tanto tiempo.- habló para tomar impulso y dar un golpe contundente en la cueva. La estructura comenzó a temblar y en un abrir y cerrar de ojos comenzó a desmoronarse.
Gritos incomprensibles, ruido de piedras chocando y polvo cubrieron la escena. Por un momento todos nos perdimos.
- Monje Xuanzang, ¿se encuentra bien?- pregunté al escuchar su toser cerca de mí. Al extender mi mano comprobé que había reaccionado a tiempo.
Al sentir que el piso perdía su forma abrí mis alas para acercar al monje y protegerlo con las mismas.
- Liz...- habló con algo de dificultad.
- Está bien. Aquí estoy.- dije tomando su brazo. Una oscuridad absoluta nos envolvía en lo que parecía ser una cueva improvisada generada por el derrumbe que provocó el Tigre.
- Estoy bien.- dijo al sentir mi agarre.- Los demás, ¿dónde están?
- No lo sé, de estar cerca ya nos habrían escuchado.- comenté. Extendí mis alas para darme una idea del espacio que teníamos alrededor y comprobé que era amplio, las guardé para observar a nuestro alrededor. Enfocaba la vista tratando de distinguir sombras o siluetas de la roca.
Pasado un momento mis ojos se habían adaptado a la falta de luz, ahora distinguía la silueta del monje y un poco alrededor.
- Parece que debajo de nosotros teníamos una cueva más amplia y profunda, parece que ahí acabamos.- comenté al monje.- Si es así, debemos avanzar para poder encontrar la salida.
- De acuerdo.- dijo Xuanzang y comenzamos a avanzar a pequeños pasos. Sin soltar nuestro agarre el uno del otro, el andar era lento pero decidido. Debíamos encontrar una salida y de ahí darnos una idea de dónde estaba el resto. Con esa idea en mente mi cuerpo se sentía decidido al tomar cada paso, pero no podía evitar escuchar esa parte de mí que todavía le preocupaba el Tigre de Vanguardia. Me imagino que su intención desde el principio era separarnos de Wukong, después de todo era consciente de que no podría lidiar con él.
Tras unos minutos de avance escuché aquello que tanto temía. Un gruñido que desapareció en el eco llenó por completo el espacio en el cuál estábamos. Paramos la marcha en seco y pude sentir como Xuanzang se tensaba.
Con la mayor suavidad que pude saqué mis alas nuevamente para cubrirlo con ellas. Dejándolo detrás de mi, lentamente desenfundé mi arma mientras agudizaba mis sentidos. De pronto, noté una gran sombra moverse entre la oscuridad.
- Puedo sentir el palpitar de sus venas, percibo el calor que genera su sangre al recorrer su cuerpo.- su voz resonaba en el lugar. Tomando mi arma con ambas manos me preparé para bloquear cualquier ataque.- La suerte me sonríe está noche, con gran gusto recibo su sangre.
Inevitablemente mi respiración se volvía agitada. Sabía perfectamente dónde estábamos, sólo jugaba con nosotros.
- Cualquiera esperaría que tuvieras mejor gusto al elegir tu comida.- comenté.- Si dos simples mortales llenan tu apetito este debe ser miserable.
- Liz, no considero prudente provocarlo así.- susurró el monje a mis espaldas.
En parte tenía razón, sin embargo, este tigre quiere jugar con su comida antes así que el seguir el juego es conseguir tiempo. Por mi cuenta no estoy segura de poder con él, sin embargo, Wukong movería montañas para proteger a Xuanzang, así que debo darle tiempo de llegar a nosotros.
- ¿Simples mortales?- respondió el Tigre.- ¿Crees que soy estúpido? Yo sé quién es ese monje, y sé lo especial que es. En cuanto a ti - continuó - tu aroma no miente, eres una mujer que esconde muchos secretos.
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Aprovecho para dos cosas:
1.- Gracias por darle apoyo a la historia 🫶
2.- ¿Les interesaría una historia que tenga One-shots de las diferentes representaciones de Wukong?
Ando pensando en publicar unos rescatados y traducidos de Tumblr (con sus respectivos créditos) e ir subiendo peticiones o ideas nuevas, más que nada lo pienso porque siento que no hay muchos en español.