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¡ALERTA SPOILER +18!

Max no podía explicar con palabras todo aquello que sentía, tampoco podía caer en cuenta que ya no era solo un alfa mafioso solitario, claro que no negara que hace años atrás se acostaba con omegas pero obviamente dejándoles en claro que solamente...

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Max no podía explicar con palabras todo aquello que sentía, tampoco podía caer en cuenta que ya no era solo un alfa mafioso solitario, claro que no negara que hace años atrás se acostaba con omegas pero obviamente dejándoles en claro que solamente eran encuentros sexuales, nada más, pero ahora con Sergio en su vida más un pequeño bebé de tan solo semanas de nacido era muchísimo mejor que estar complaciendo sus necesidades sexuales.

Le encantaba ver al omega cargando a su bebé y hablándole mientras lo alimentaba, esa imagen preciosa hacía que su lobo enloqueciera y su corazón se volviera chiquito, la forma en que le cantaba para que este cerrara sus diminutos ojitos era una explosión de amor en su pecho. No podía creer cómo es que un ser tan hermoso como lo es Sergio sufrió en manos de aquel alfa, y agradecía a todos los santos que llegó a restarlo o no quería imaginarse como terminaría todo. Cada vez que tenía oportunidad se acercaba a robarle besos y decirle lo hermoso que era, estaba muy enamorado que si alguien externo lo mirara estarían sorprendidos por el gran cambio que daba; un alfa peligroso, sádico, con un carácter que daba muchísimo miedo podía convertirse en algo cálido y lindo cuando se trata de Sergio.

Al tiempo que han tomado en su relación este le ha dicho que tuviera la confianza de expresar lo que le gusta o le disgusta sin tener ningún tipo de temor, aunque al principio Sergio tenía algo de miedo al decirle al alfa lo que no le agradaba para no verlo enojado poco a poco fue tomando seguridad para decirlo, la actitud comprensible de Max hacía que Checo perdiera ese miedo, también teniendo la seguridad de pedirle ayuda en algo más íntimo.

La primera vez que se sintió necesitado se regañó así mismo, horas antes pudo dormir a Yuki y dejarlo en su habitación, regresando al suyo se sintió muy cansado por todo el largo día que tuvo, cambiando su ropa por su pijama e ir directamente a la cama para poder dormir, Max en ese momento le aviso que llegaría un poco tarde porque tenía un asunto muy importante que atender, por lo que decidió mejor dormir.

De golpe se despertó sintió su entrada muy húmeda, sus mejillas estaban muy calientes y su respiración era muy agitada, escuchó como abrían la puerta del baño dejándose ver a un Emilian usando solo la toalla enredada en su cintura, las gotas de agua caían fácilmente desde su abdomen mientras se sacudía con la mano su cabello húmedo, se sorprendió al ver al omega despierto deteniéndose de golpe.

—Perdón, mi amor, ¿te desperté?— Sergio miraba con la boca entre abierta el torso desnudo del alfa—, ¿Chequito?

—¿Eh?— salió de su transe, Max sonrió.

—¿Fui muy ruidoso?— negó.

La entrada de Sergio comenzó a palpitar por atención, su cuerpo se sintió nervioso por la excitación recordando el sueño que tuvo anteriormente. Emilian sosteniendo sus caderas mientras él lo montaba. Su pequeño miembro dolía y ver al alfa en esa situación no estaba ayudando en nada.

Labour | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora