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Escondiéndose detrás de una gran estructura suspira dejando aún lado su Draco SBR tratando de respirar quitándose el paliacate de la boca, apoya su espalda en la pared sentándose en el suelo mirando al cielo; siente algo muy fuerte en el pecho, su alfa no ha estado tranquilo desde unos días atrás pero trata de calmarlo. George llega a él de manera discreta sentándose aún lado suyo, solo se escucha los balazos de fondo, otra maldita emboscada realmente ya estaba muy cansado.

Mete su mano debajo del chaleco antibalas sobando su pecho tratando de calmarse.

—¿Qué traes?— le pregunta suave para que nadie sepa que estaban ahí.

—No sé, solo que mi alfa está extraño desde hace unos días. Necesito que esto termine.

—Está extraño, después de esto mejor trata de dormir.

Max niega y se coloca nuevamente los guantes de cuero y también el paliacate, toma el arma y comienza a quitarle las dos balas que tenia y las cambia por varias más cargándola después, lo mira, George está algo preocupado por él; su cabello a crecido más, sus ojeras están muy marcadas, su piel es aún más pálida de lo que ya es, su mirada se nota más cansada y sabe bien que ha llorando en las madrugadas por su omega.

—Como estamos no pienso ni siquiera pegar un ojo con tal de terminar toda esta mierda, necesito a mi Checo a mi lado, si mi padre inició esto yo le tengo que poner fin.

Se acomoda el arma y sale de su escondite disparando matando a tres a su paso, el alfa solamente mira como se mueve sigilosamente y la forma de terminar con esa gente es tan poderosa que es imposible no admirarlo. Los disparos que hace van directamente a la cabeza de la víctima y así sucesivamente, dando indicaciones en voz de mando y cambiar de una arma a otra, por ello muchos alfas deseaban entrar a la organización de Max porque era un alfa bastante bueno.

—¡私は彼を生かしてほしい、マッドを生かしてください! (Lo quiero vivo, llévense vivo a Mad)— gritó uno del bando contrario.

—Mierda— ahí es cuando Alexander se dio cuenta de lo que estaba pasando.

Alex dando la orden de proteger a Max de ser raptado y terminar con cualquiera que estaba ahí. Se maldijo cuando no pudo dispararle al Japones que estaba dando la orden y lograr que se escapara con tan solo tres alfas. Max se quitó todo el armamento y se desplomó en el suelo, soltó un enorme suspiro y cerró los ojos.

—Tienen un líder.

—¿Cómo?— pregunta Max sin abrir los ojos.

—Escuche que alguien te quiere vivo, te quiere secuestrar. Ese líder está reclutando mafiosos para atacarnos.

—Necesitamos investigar quien putas es, lo necesito muerto a ese cabrón, no importa que tengamos que pasar.

Todos acataron la orden, Max no podía más del cansancio así que en la camioneta regresando a la casa que estaban resguardándose se quedó dormido. Su sueño fue bastante profundo que en su sueño estaba presente Checo y Yuki corriendo sobre un campo precioso de flores corriendo detrás de una mariposa y aún lado de ellos estaba un niño de cuatro años, no sabía quién era estaba tan confundido. Checo se mostraba feliz con los dos niños, y en el momento de que le dijera quien era ese segundo despierta por la voz de Lewis.

—Pudimos encontrar cuatro organizaciones que están involucrados contra nosotros, lo único que no pudimos detectar es al cabecillas.

—Tendremos que secuestrar a uno de ellos para sacarle información. Encárgate de eso.

En cuanto Lewis salió ahora su cabeza está puesta en ese sueño. ¿Quién era ese niño?

 ¿Quién era ese niño?

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Labour | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora