Las sesiones con el psicólogo ya no eran todos los días, sino que las habían cambiado a una vez por semana, el médico le había dado la buena noticia al omega por el gran avance que tuvo a los largos de los meses y ver que poco a poco iba tomando su vida normal ya no eran tan necesarias que Sergio tomara las sesiones todos los días.
Eso le alegraba muchísimo e incluso se sentía que podía hacer las cosas por su propia cuenta sin tener algún tipo de miedo a fracasar y que alguien lo castigara. Por otro lado se sentía preocupado por la salud del alfa, por ello, al término de su sesión camino despacio hacia las escaleras en dirección a la habitación de Mad, todo lo hacía de manera lenta su vientre estaba grande por lo que ahora comenzaba a pesarle y tenía que ser muy cuidadoso.
El olor a café de Mad hizo que su lobo se sintiera esa inquietud de correr con él y acurrucarse en su pecho mientras lo mimara, pero mantuvo la calma y luchó contra sus impulsos. Toco la puerta esperando la autorización del alfa, al entrar noto que ya estaba levantado colocándose la camisa asustando al omega.
—¿Qué es lo qué haces?— argumento caminando apresurado para detenerlo, Mad se asustó por su acción y lo miró con asombro.
—Colocándome la camisa porque tengo que trabajar.
—Tú no irás a ningún lugar, aún tu herida no está el noventa por ciento curada— lo tomó de las manos regresándolo a la cama—, debes descansar.
—Chequito, ni siquiera me atravesó la bala y estoy bien...
—¿Querías que te atravesará?— negó—. Debes descansar, que tus trabajadores se ocupen.
Ya no protesto nada y obedeció al omega. Sergio comenzó a revisar la herida y nuevamente le hizo una curación para después colocarle las vendas correspondientes, Mad solo lo observaba como caminaba de un lado a otro con su enorme vientre notando lo tierno que se miraba, admiraba muchísimo su belleza y más estando embarazado, sus mejillas rechonchas estaban pintadas de un color carmín, su cabello oscuro bailaba ligeramente cada vez que caminaba, sus labios preciosos que deseaban tanto poder besarlos, lo quería, lo necesitaba. Sergio noto como se perdía mirándolo que se sonrojó demasiado.
—¿Sucede algo?
—No, nada— responde—. Eres muy bonito.
Sonrió mostrando su sonrisa de corazón y de alguna manera Mad quería verla siempre. Estuvieron hablando acerca de sus sesiones con el psicólogo y después sobre su siguiente visita al médico para saber que el cachorro estaba en buen estado, Sergio le había pedido que esta vez fuera el alfa quien lo acompañara y con muchísima felicidad en su pecho le dijo que sí. Esta muy orgulloso de Sergio y todo lo que ha estado logrando, se convierto en un omega mucho más fuerte de lo que él creyó; esa seguridad de cómo le hablaba, de cómo se comportaba enfrente de sus hombres, esa felicidad que expulsaba y de alguna manera con lo poco que estaba cerca del omega sentía como este le inyectaba de su vitamina para sentirse aún más invencible.
Cumpliría su promesa de jamás lastimarlo, de protegerlo, de que él sea su prioridad al igual que su cachorro.
No solamente estuvieron hablando sobre lo que pasaba en su día a día o sobre lo que pasara después sino por primera vez Sergio tuvo la valentía de contarle sobre su vida antes de conocerlo y cómo fue que conoció a Kamui. Al principio cuando tuvo que contarle todo al psicólogo no nada fácil, ni siquiera podía imaginarse una pequeña escena porque sentía aquella ansiedad y rompía a llorar sin control, ahora, ese dolor ni siquiera se siente porque pudo perdonarlo, pudo darse cuenta que no fue culpa suya, es más, se sentía tan bien volver a contar aquello para liberarse de todo lo malo que le hizo sentir.
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Labour | Chestappen
FanfictionSergio Pérez es un omega en cinta que es maltratado física y psicológicamente por su alfa y lo único que quiere es escapar. Mad (Max Emilian Verstappen) es un mafioso que fue a la casa de un maldito que le debía dinero, sin esperar encontrarlo golp...