El celo de Sergio duró cinco días, por el cual, a veces Lewis le dolía la cabeza por todo lo que tenía que manejar en la organización y por un momento admiraba a Mad por todo lo que ha hecho desde que era un adolescente. Después de las jornadas de trabajo quería asegurarse que el pequeño Yuki estuviese bien, aún recuerda cuando nació y ahora le da un poco de gracia el suceso.
Esa relación entre Yuki y Lewis es algo rara de explicar, porque al visitarlo y cargar de él el bebé simplemente le saca la lengua o lo muerde sin ninguna razón a pesar de que no tiene ningún dientito, sus encías son muy fuertes, y otras veces está pegado a su pecho mientras succiona su dedo pulgar de lo más tranquilo.
Ahora no sabe en que momento esta luchando para que Yuki lo suelte del cabello, es gracioso saber que tiene una fuerza realmente impresionante y está tan pegado a su precioso cabello rubio riéndose con los gritos del omega.
—¡SUÉLTAME YA, MOCOSO!— tira del pequeño cuerpo del bebé hacia adelante para poder despegarlo pero no hay manera, además, es muy humillante porque nadie va a su llamado—. ¡SUÉLTAME YAAA!
Yuki tiene las mejillas sonrojadas de la risa que le provoca los gritos de Lewis, pareciera que Lando cayó del cielo porque corre a su dirección tomando del cachorro mientras está riéndose de él.
—¿Qué pasó?— pregunta divertido, Yuki huele el aroma del alfa y se pega más a su pecho.
—No sé, lo tenía en mis brazos preguntándole cómo estaba y de la nada lo tenía sujetándome de los cabellos, es un demonio— el cachorrito sonríe inocente—. Creo que desde hoy declaro mi guerra con él.
—Si no puedes controlar a Yuki no quiero imaginar que pasará cuando tengas cachorros con George— ríe sin mirar la expresión de Lewis. Su rostro está serio con la cabeza baja.
¿Qué jodidos había dicho Lando?
¿Tener cachorros con George?
No, claro que no. Formar una familia con algún alfa ya sea con George o con otro no estaba en sus planes y menos embarazarse. Landi notó lo incómodo que puso al omega, se le cayó la sonrisa y aclaró su garganta.
—Lo lamento, no quise...
—No vuelvas a decir eso, por favor— sonaba molesto.
—¿Por qué? ¿En serio no hay ningún poco de gusto hacia a George?— rodó los ojos frustrado, ya habían tenido esa conversación y al parecer al alfa no se le quedaba nada en la cabeza.
—Ya hemos tenido esta conversación, es molesto tener que repetir lo mismo.
Camino hacia la salida de la mansión con un Lando detrás de él cargando al cachorro de Sergio que de hecho por escuchar a los adultos hablar se estaba quedando dormido.
—Es absurdo, eres un humano que aunque quieras o no, estés en donde estés te vas a terminar enamorado de alguien, no puedes quedarte solo con esa ideas negativa— Lewis gira sobre sus talones con el rostro rojizo de la furia, esta cansado y harto.
—¿No te queda en tu maldita cabeza que estoy en una mafia al igual que él?— las lágrimas están apunto de salir de sus ojos, el corazón late con una frecuencia tan exagerada y su lobo esta en un rincón llorando—, en donde cada vez que respiras te ganas un enemigo nuevo, en donde cada rincón de esta maldito país te están buscando para refundirte en la cárcel, en donde yo le confiese a George que lo amo y me entregue a él dejando que me marque corro el riesgo de que ambos estemos muertos.
Sentía su voz ahogada con ese jodido nudo en la garganta, las lágrimas no se hicieron esperar y salían como cascadas, había olvidado lo horrible que era llorar por alguien. Lando solamente estaba escuchando atentamente.

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Labour | Chestappen
FanfictionSergio Pérez es un omega en cinta que es maltratado física y psicológicamente por su alfa y lo único que quiere es escapar. Mad (Max Emilian Verstappen) es un mafioso que fue a la casa de un maldito que le debía dinero, sin esperar encontrarlo golp...