Sergio Pérez es un omega en cinta que es maltratado física y psicológicamente por su alfa y lo único que quiere es escapar.
Mad (Max Emilian Verstappen) es un mafioso que fue a la casa de un maldito que le debía dinero, sin esperar encontrarlo golp...
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Los disparos no se hicieron esperar, Sergio estaba algo temeroso no por el hecho de que le fueran a herir sino por su hijo que tuviera que presenciar todo esto. El omega como podía logro matar a varios que estaban a su paso, Kamui estaba tan entretenido mirando como peleaba hasta llegar a él. Derriban a casi todos los alfas quedando solamente tres en ese lugar, los dos que estaban torturando a Max y uno que estaba escondido, Kamui levanta las manos en señal de derrota mientras Sergio lo apunta con el arma.
—De acuerdo, tú ganaste.
todos los alfas apuntaban al alfa, Sergio se acerca amenazante a él.
—¿Dónde está mi hijo?— no se había dado cuenta que Max estaba ahí y Kamui se burla al notarlo.
—¿No le dirás saludaras a tu alfa?— hace una seña para que voltee a verlo.
Quiso gritar y correr ante sus brazos, Max estaba en un estado bastante vulnerable y muy crítico, su rostro estaba con bastantes heridas, deshidratado y aún más pálido de lo que ya era.
—. No tarda en morirse.
—¡CALLATE MALDITO BASTARDO!— lo apunta de nuevo—, primero te mato.
Este carcajea el alfa escondido llega por detrás soltándole un golpe, los alfas están apunto de disparar cuando Kamui coloca el arma que tenía consigo Sergio en su frente teniéndolo como rehén.
—Dile a tus perras que suelten las armas o aquí mismo te mueres tú, no querrás dejar a Yuki huérfano, ¿cierto?
—Por favor, tiren las armas.
—Pero Checo— gritó desde lejos Lewis.
—Háganlo, confíen en mí.
Kamui rodó los ojos e hizo una señal que dos alfas recogieran todas las armas dejándolos sin nada. En cuanto soltó a Sergio el alfa tiro el arma y comenzó a golpearlo como antes lo hacía, nadie podía hacer nada, incluso, Max pedía que lo soltara pero era electrocutado para callarlo.
Sergio cayó sobre su espalda, haciendo que soltara un quejido ante el horrible ardor, su rostro ya estaba lleno de heridas sangrándole. ¿Entonces este era el final? ¿Así era cómo todo debía terminar?
—Al final de todo, siempre tuve razón— Kamui le susurro, una sonrisa engreída se extendía en su rostro.
Se giró para ver a Max en la esquina de la habitación, luchando por liberarse de las cadenas para poder ayudar a su omega por segunda vez. Kamui inflo el pecho mientras caminaba alrededor de Sergio como si se tratara de una casería.
—Las terapias no ayudan Sergio. ¿Dónde se supone que esta ese omega valiente que me amenazo por teléfono?— se burló —. Un alfa es un alfa y un omega, aunque quiera parecer valiente, seguirá estando debajo de un alfa.