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Èlia Vila

Dos semanas. Dos semanas llevaba sin hablar ni una sola palabra con Pau. Entendía que después de lo que le dije no quisiera hablarme pero ahora que me había acostumbrado a él era muy raro no poder llamarlo cuando quisiera o ir a verlo a los partidos. El último lo vi por la tele, y eso que a mi no me gustaba mucho el fútbol como para verlo, pero es que desde que lo conocí todo había cambiado. Me encantaba verlo jugar y me hacía sentir tan orgullosa ver todo lo que estaba consiguiendo.

Durante estos últimos días quise escribirle constantemente, sobre todo después de que perdieran su primer partido de la temporada ante el Monaco en champions. Hablé con Marc, con quien últimamente había estrechado lazos, y me dijo que aquella derrota había sido complicada para todos. Un golpe de realidad ante un equipo al que en principio deberían haberle metido una paliza. Quise escribirle para darle la enhorabuena por el partido contra el Villarreal, que aunque no salió titular había jugado súper bien. Pero no pude. Me sentía tan culpable que simplemente se me hizo imposible. Quería pedirle perdón pero no se como.

—¡ÈLIA! —me llamó mi tío sacándome de mis pensamientos—. Atiende a la mesa 12, por favor. Llevan ya un buen rato esperando.

Hice caso a mi tío y salí de detrás de la barra. Cuando me acerqué a la mesa correspondiente no me podía creer quien estaba ahí. Sonreí al instante.

—Hola, Marc —le dije sonriente—. ¿Como tú por aquí?

—Necesito tu ayuda —me pidió—. ¿Tienes un momento?

—Sí, claro. Dame dos minutos y estoy contigo. Aun no he hecho mi descanso así que puedo hacerlo ahora.

Me dirigí de nuevo hacia la cocina, donde estaba mi tío y le avisé de que iba a tomar el descanso en ese momento. Él asintió dándome un beso en la mejilla. Mi tío era el mejor.

—Ya estoy contigo, Marc —le dije mientras me sentaba en la silla de delante suyo—. ¿Que necesitas?

—Èlia —empezó mucho más serio que antes—, Pau está hecho polvo desde que os peleasteis. Tenéis que hablar. Los dos lo necesitáis.

—Ya lo sé, Marc —le respondí triste—. Y yo estoy igual. Llevo dos semanas casi sin dormir, pasándome aquí toda la tarde y todas las mañanas en el instituto a ver si me distraigo pero es que me es imposible. Joder Marc, quiero a Pau más que a nada en el mundo. Sé de sobras que la cagué muchísimo con él y ahora no se como arreglarlo.

—Por eso mismo estoy aquí, amiga mía —me dijo muy seguro de sí mismo—. Tengo un plan.

Yo lo escuché atentamente mientras me contaba la idea que según me dijo habían tenido entre Lamine, Hector, Casadó y él. La verdad que se lo habían currado bastante.

***
3 días después

Hoy era el día en el que iba a arreglar todo con Pau. La verdad que estaba muy nerviosa.

—Tía, no se que ponerme —le dije a Martina, quien estaba tumbada en mi cama mirando el móvil distraída.

—Pau se va a quedar embobado mirándote te pongas lo que te pongas —me respondió mi amiga convencida—. Lo tienes loquito.

—Ya no estoy tan segura de eso, Martina —le respondí triste—. Después de todo esto no me extrañaría que ya no sintiera nada.

Mi amiga me abrazó. Me conocía tan bien que sabía que era justo lo que necesitaba.

—No sé, Martina —empecé a decirle mientras las lágrimas empezaban a salir de mis ojos—. No estoy yo tan segura de que lo vayamos a arreglar. Él tampoco ha tenido la iniciativa de escribirme.

—Mi niña, sé que no quieres escuchar esto, pero soy tu mejor amiga y tengo que hacerlo —me respondió mientras me acariciaba el pelo—. Él está en todo su derecho de no buscarte porque todo esto ha sido por lo que le dijiste. Pau no se merecía nada de eso y lo sabes perfectamente. Nunca nadie te ha tratado igual de bien que lo ha hecho él estos últimos meses. Ahora te toca a ti irle detrás, Èlia.

Asentí ante las palabras de mi mejor amiga. Ella siempre sabía como decirme las cosas para darme un golpe de realidad. Martina tenía toda la razón. Me tocaba a mi disculparme con él, como Pau lo hizo cuando descubrí los mensajes de su ex.

Me levanté de la cama y me puse a arreglarme. Mi amiga me planchaba el pelo y me peinaba mientras yo me maquillaba. Hacía días que no me veía así de guapa.

—Joder, tía —me miró Martina sonriendo—. Estas espectacular. Lo vas a volver loco.

Sonreí ante las palabras de amiga. Llevaba unos tejanos campana de color crema y la camiseta del Barça de Pau, la que me dio Marc la primera vez que fui a verlo jugar por sorpresa.

•••

Bernaaaalll
Ya estamos listas
Cuando venís a buscarnos?

Gavi va de camino
No tardará más de 5 minutos
Esperarlo abajo

•••

Martina iba a venir conmigo ya que últimamente había estado teniendo un rollo raro con Hector así que le hacía ilusión ir a verlo jugar. Ella también llevaba la camiseta del Barça puesta pero no tenía dorsal.

Gavi estaba lesionado todavía así que el iba a venir a buscarnos. No lo conocía mucho pero por lo poco que había hablado con él en las fiesta de los chicos parecía bastante majo.

Bajamos y nos subimos al Audi Q8 negro del jugador. Estuvimos todo el camino hablando sin parar y efectivamente no me equivocaba. Gavi era un tío muy divertido y me hizo reír aun estando muerta de nervios. El viaje se me hizo tan ameno que casi no me di cuenta de que ya habíamos entrado al parking de los jugadores.

Hoy jugaban contra el Getafe en casa y por lo que dijo Gavi de suponía que Pau sería titular. Estaba deseando verlo.

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Hola mis niñaaasss!! No estaba muy inspirada pero por aquí os dejo este capítulo un pelin más largo que el anterior.

Como creéis que reaccionará Pau  ver a Èlia en las gradas? Creéis que serán capaces de arreglarlo?

IMPORTANTE
Tengo que deciros que creo que esta historia ya está llegando a su fin y no creo que pase de los 25 capítulos pero no os preocupéis que ya tengo una idea para el siguiente. Queréis otra historia de Pau o una con Marc? No se que hacer, ayuda!!

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Mírame - Pau CubarsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora