EL Abandono de la Sala Blanca - [ COTE ] (Traducido)

PARTE 30 : Amor y Amistad

—— inicio del 5to. Arco ——

El tiempo pasó volando y, antes de darme cuenta, las vacaciones de verano habían llegado a su fin. Era hora de volver al colegio, pero esta vez todo era diferente.

La expectación y el nerviosismo que llenaban mi corazón no se parecían a nada que hubiera experimentado antes. Después de todo, ahora estaba saliendo oficialmente con Ayanokouji, alguien a quien había admirado y querido en secreto durante tanto tiempo.

Ayanokouji era alguien que siempre destacaba entre la multitud. Su pelo castaño y sus ojos marrones le daban un aspecto llamativo, y había un cierto encanto en él al que no podía resistirme. Tenía un aire frío y misterioso que lo hacía intrigante.

Pero a pesar de pasar tiempo con él, todavía había muchas cosas que no sabía sobre Ayanokouji. Era inteligente, eso era evidente, pero había más en él de lo que se veía a simple vista. Había pasado casi un año desde que le vi por primera vez.

Aún así, había aspectos de la vida de Ayanokouji que seguían siendo un misterio para mí. Poseía una conducta tranquila que ocultaba la profundidad de sus pensamientos y emociones. Ansiaba descubrir las capas que se escondían bajo su enigmático exterior, para comprender realmente a la persona que era.

Fue hace unos meses cuando tropecé con un documento secreto en casa de Ayanokouji: un documento que mencionaba la escurridiza

"Habitación Blanca". Intrigado y desconcertado, no pude evitar preguntarme qué era esa habitación blanca y qué conexión tenía Ayanokouji con ella. El hecho de que tuviera un documento como ése indicaba una faceta oculta de su vida, que había guardado cuidadosamente.

Cuanto más reflexionaba sobre el significado de la habitación blanca, más preguntas surgían en mi interior. ¿Qué propósito tenía? ¿Qué experiencias había vivido Ayanokouji entre aquellas paredes? Y, lo que es más importante, ¿cómo le convirtieron en la persona que era hoy?

No pude evitar sentir una mezcla de preocupación y fascinación. Era como si la habitación blanca contuviera la clave para desentrañar el enigma que era Ayanokouji.

Quería entenderle a un nivel más profundo, desentrañar las capas de su pasado y comprender el funcionamiento interno de su mente.
Pero, al mismo tiempo, comprendí que husmear demasiado en sus secretos podría poner en peligro la confianza que habíamos construido entre nosotros.

Ayanokouji no era una persona que se abriera fácilmente, y yo respetaba sus límites. Aun así, el deseo de descubrir la verdad seguía latente en mi interior.

A pesar de que comprendía la naturaleza reservada de Ayanokouji, había una parte de mí que sentía una pizca de ira hacia él. Había pasado un mes desde su sincera confesión y, sin embargo, no había hecho ni un solo esfuerzo por pedirme una cita.

Eso me hizo cuestionarme la naturaleza de nuestra relación y si realmente tenía algún significado para él.

Aparte de algunos mensajes de texto y mis peticiones ocasionales de ayuda con los deberes, no habíamos pasado mucho tiempo juntos en persona. Daba la sensación de que éramos meros conocidos, más que una pareja.

La falta de encuentros físicos y de experiencias compartidas me hizo preguntarme si realmente estábamos saliendo.

Sin embargo, a pesar de la falta de interacción significativa, mis sentimientos por Ayanokouji se mantuvieron inquebrantables. El amor tiene una forma de apoderarse de nuestros corazones, incluso en las circunstancias más inesperadas. Me sentía atraída por él por razones que no podía comprender del todo.