¿Nacida con un propósito?,
¿Cambiando la realidad a mi disposición?, lo único que deseo es darte un futuro en el que termines con un final feliz,
¿por qué no comprenden?.
Incluso si muero en el intento, si sacrifico mi felicidad, si doy mi vida o s...
Capitulo 7: mi décimo cumpleaños es un día muy largo. Parte 3. Unos recuerdos
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Reino Unido Peverell Manor 05/agosto/1990 - 09:30 am
Dure en la inconsciencia 65 minutos, cuando recobre mis sentidos estaba en mi habitación, Windy me trajo de regreso.
Cuando estube sola por completo, analice la información que obtuve cuando me desmaye por primera vez en la sala familiar, solo recuerdo flotar en el vacío y miles de recuerdos fluir por mi mente.
Al parecer, en lo que supongo es mi vida pasada descubrí el shifting, una forma de pasar mi conciencia a otra persona, un arte de la mente tan difícil que a muchos les tomo años dominarlos, a diferencia de las poseciones cursis que leemos en los libros los shifting crean a sus propios mundos, algunos similares, otros tan distintos y algunos muy raros. Lamentablemente para mí no tuve tiempo de decidir a quien traspasaría mi conciencia, fue una decisión abrupta, hiba a morir o bueno morí en ese universo, pero antes de hacerlo reuni la suficiente motivación y paz mental para realizar shifting, fue una decisión drástica, solo desear no morir, por suerte no olvide los recuerdos mas importantes que tengo sobre este mundo.
Haci es yo tomé este cuerpo, ahora la vida de Ilary Griffin Peverell Malfoy Slytherin Hufflepuff Prince black es la mía, solo podré cambiar sucesos que me beneficien, jugar mis cartas de la mejor forma para sacar a harry de su horrible destino... Convertirse en el maestro de la muerte.
Harry.
Harry.
Harry.
-¡Oh por Merlin Harry!- busque entre mis cajones una varita, cuando la tuve en mi mano decidí cambiarme, necesitaba ir a gringonts y sacar a harry de los feos muggles que lo tenían.
_plost_
-Amita va a alguna parte- me seguía vistiendo de forma apresurada, aunque escuché la voz de windy no detuve mis movimientos y seguí poniéndome unos zapatos. -Amita- dijo Windy con voz preocupada -Los retratos de sus padres quien verla- fruncí las cejas y nege con la cabeza, no tenía tiempo para eso, hablaría con ellos después, los que sea que me quisieran decir podía esperar, si yo espere 5 años ellos pueden esperar unas horas.
-Diles que no tengo tiempo Windy, hire una ves este desocupada- Windy quien al parecer se desconcertó por mi respuesta desapareció con otro pequeño ruido. Yo por otro lado termine de cambiarme haci que salí de la habitación hacia la sala principal.
Llegué a la gran sala con muebles rojos que ignore, mi atención estaba en la chimenea. No es una chimenea cualquiera, es una red flu.
Encendí la chimenea, mientras tome unos cuantos polvos, me posicione sobre las tenues llamas verdes y tirándome los polvos encima grite.
-¡Callejon diagon!- llamas verdes me envolvieron, sentí un tirón en el estómago y aterricé en mi destino casi callendo de cara al suelo.
Cuando me estabilice sali rapido de la zona de reg flu. Me movía de forma rápida por el callejón pasando entre los magos y brujas que iban y venían por las tiendas, a lo lejos con su gran edificio que emanaba poder divisé el banco de gringonts y me dirigí de forma inmediata hasta él tenía que tener una larga conversación con mi duende de personal, muy larga.
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Reino unido Gringonts 05/agosto/1990 - 09:40 am
Entre al banco de gringonts con pasos precisos mi mente ya sabia lo que quería y no me hiria asta lograr mi objetivo. Me dirigí a un cajero, este era atendido por un duente gruñón que me miró con desden, yo solo sonreí y lo ignore aún siendo cortés.
-Que tu oro fluya- el diente me miró con sorpresa para luego dirigirme una sonrisa.
-Que tus enemigos caigan- contesto el duente. -¿Qué necesita una niña en nuestro banco?-
-Buenas tardes, disculpe necesito hablar con Klinkact- respondí rápida y precisa, con los duendes uno no podía andarse por las ramas. -Es un asunto urgente- el duende asintió a mi petición y procedió a guiarme por los largos pasillos. A este paso me empezaba a marear con tantas cosas iguales. Mismas paredes, mismo mármol, mismo retrato aburrido. Solté un suspiro silencioso y deje que el duende me guiara.
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