Capitulo 8: Mi decimo cumpleaños es un día muy largo. parte 4.

8 2 0
                                    

Capitulo 8:
Mi decimo cumpleaños
es un día muy largo.
Parte 4.
Una conversación larga
con los duendes.

Reino unidoGringonts 05/agosto/1990 - 09:45 am

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Reino unido
Gringonts
05/agosto/1990 - 09:45 am

Klinkact me miró expectante, una ceja alzada en signo de confusión, sus manos sobre el escritorio movían una pluma de forma aburrida. Me arme de valor y decidí pararme frente al escritorio mirándolo fijamente, el entendió mi gesto.

-Ses sal necesito hablar con ella a solas- klinkact ordenó con aire de suficiencia mientras soltaba un suspiro

El duende que me trajo se vio obligado a irse, en cuanto dejo la habitación está se cubrió de forma instantánea con un hechizo de privacidad. Solté un suspiro cuando sentí la habitación más segura, tener que pedir algo tan serio sería un poco difícil para mí.

-¿A qué se debe tu visita?- klinkact sonreía al preguntar -no te veía desde hace un mes- sus ojos expresaban anhelo, yo solo pude bajar la mirada de forma triste, klinkact me veía como su hija y yo como una figura paterna o bueno algo similar.

-Yo... - trague pesado -Necesito ver el árbol familiar de los Peverell- aclare mordiendo mis labios para calmar la ansiedad.

-El árbol familiar, ¿Para qué? ¿Desde cuándo quieres ver a tus ancestros?- baje la mirada con sus preguntas. Aunque sabía que el sabría las respuestas después aún sentía un poco de miedo.

-no es para conocer a mis ancestros... Es para comprobar algo- klinkact giro la cabeza en signo negativo aunque era claro que era por qué no entendía mi razón, el asintió para si mismo cuando aclaro sus pensamientos, solo recapacito al escucharme murmura.

Asustando me un poco se paró de su escritorio, se dirigía a la puerta detrás de su escritorio, me indico que lo siguiera con un gesto de su mano izquierda, sabiendo como era lo segui enseguida antes de que se arrepintiera de su decisión.

La razón por la que antes se habia negado es por qué el tapis familiar estaba en la bóveda del lord a la que no tendría total acceso asta mi onceavo cumpleaños, una regla estúpida que puso mi abuelo Augustus Peverell.

Klinkact refunfuñando para si mismo me guío asta la bóveda. No fue un viaje ni largo ni corto, pero esos carros me seguían mareando. Klinkact abrió la bóveda y me dejó pasar esperando afuera, almenos el sabía que necesitaba privacidad aunque no supiera que hiba a hacer.

La bóveda, llena de oro, libros, reliquias y lo que supuse eran pociones no llamaban mi atención, está en cambio estaba centrada en el tapis pegado al fondo de la bóveda. De un gris pálido con tonos dorados, caras regadas por el tapis casi todas tachas con x que significaban su muerte.

Mi rostro asta el final del árbol. Sonreí un poco pensando en el pasado, al darme cuenta de que me estaba distrayendo, busque con la mirada a quién estaba buscando.

Una vez frente a este dirigí mi mirada a la pequeña imagen de un niño, hay estaba la persona que buscaba, el pequeño Harry, el niño que vine a salvar y que ahora sabía que podía ayudar.

Cuando verifique que Harry y yo estábamos conectados me prepare para la conversación que tendría con klinkact, nos tomo unos minutos pero estábamos de regreso en su despacho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando verifique que Harry y yo estábamos conectados me prepare para la conversación que tendría con klinkact, nos tomo unos minutos pero estábamos de regreso en su despacho.

-Bien que es lo que fuiste a revisar al árbol familiar- klinkact quería saber, me estaba mirando con esa mirada de papá que cacho a su hijo haciendo una travesura.

-hoy es mi décimo cumpleaños- el alzó una ceja sin entender porque hablaba de mi cumpleaños pero dejo que siguiera hablando -Y el talismán familiar me aceptó como su dueña- sus ojos se abrieron por la impresión, intente mantener mi cara estoica pero no pude dejando a la vista una sonrisa leve. -Entonces tengo derecho a reclamar el anillo del Lord de los Peverell-

-se ve que has madurado- murmura klinkact -y no te equivocaste con lo último- dijo parando se su escritorio -puedes reclamar el titulo del lord y todo lo que conlleva, pero, estas lista para asumir las consecuencias- yo asentí a sus palabras y deje que buscara entre unos cajones.

Klinkact regreso a su puesto en el escritorio con una caja de terciopelo negro que albergaba el anillo del Lord, la cual poso frente a mí, sabiendo que hacer abrí la caja para ver un hermoso anillo de oro negro adornado con el simbolo de la familia en rubí simbolizando la piedra de la resurrección, esmeralda simbolizando la capa de invisibilidad y zafiro simbolizando la varita de sauco. Cuando me puse el anillo sentí una corriente de aire cálido envolverme, el anillo me estaba aceptando como la nueva Lord Peverell.

Dirigí una mirada a klinkact quien refunfuñando entendió mi pregunta no formulada.

-Si, eres formalmente una adulta- sonreí y sin poder evitarlo lo abrace, ambos nos sorprendimos por mi acto impulsivo pero no nos negamos al abrazo.

-aunque ya sea reconocida como adulta todavía te quiero como mi padre- ví que klinkact dejo caer una cuantas lágrimas las cuales finjo no ver, sabía que a klinkact no le gustaba que lo vieran en momentos de debilidad. -ahora que soy una adulta¿Puedo reclamar los demás títulos de Lord?- pregunté separándome de el.

-¿Que tanto ya había planeado esa cabecita tuya?- murmuró klinkact haciendo aparecer más anillos. Yo solo sonreí y esperé a que terminara de quejarse de por qué había crecido tan rápido.

Spoiler: Titulo del próximo capitulo: El rescate de Harry

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Spoiler:
Titulo del próximo capitulo:
El rescate de Harry.

-Espera ¿Como que soy un Peverell?- Harry pregunto con la cara desconcertada -¿Eres mi familia?- sonrie al ver el anhelo, tanto tiempo añoro una familia y aquí estaba yo oara dársela.

-haci es Harry, tu y yo... Somos familia- la sonrisa en la cara de Harry valía millones, ver cómo las lágrimas de felicidad corrían por su rostro me alegraba. A la vez me di cuenta que ahora ninguno de los dos estaría solo... Por ahora.

*Disfruten el spoiler guiño guiño*

Una peverell con un futuro y pasado secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora