Eres mía (Loki Fanfic)

Capítulo 17

Caminé directa hacia la sala del trono. Cuando llegué, Loki hablaba con unos cuatro guerreros. Llegué sin pensarlo dos veces, por lo que  abrí la puerta sin cuidado y haciéndome notar. Todos se giraron para verme.

--Iros, seguiremos más tarde.--dijo Loki tras verme.

--¿Por qué no puedo decir la verdad?--le pregunté seria cuando los soldados se fueron.

--Vaya, esta vez si has tardado más de lo que esperaba en darte cuenta.--dijo sonriente desde su trono.-- ¿Creías que me equivocaba cuando te dije que no podías evitar nada?

Yo en aquel momento me sentí impotente. Sus palabras me habían hecho sentir inútil. No sabía que responder. Solo seguía mirándolo, intentando no quitar mi seria mirada. Él se levantó y se fue acercando poco a poco. Dando una vuelta a mi alrededor para observarme atentamente.

--En dos días nos casaremos. Hasta entonces dormirás en una habitación aparte.

--Me niego.--contesté sin esperar ni un solo segundo.

--No puedes. Puede que mi padre esté en coma pero, yo sé la manera en la que te tenía anclada a este mundo, a aquel destino. Y ahora, yo usaré la misma, a no ser que, por supuesto, te cases conmigo.-- dijo con un semblante sonriente.

Yo apreté mis labios.

--No sabes quien es. No intentes engañarme.-- le contesté, teniendo la mínima esperanza de que estuviera en lo cierto.

--Steve Rogers o, como mejor es conocido, Capitán América. ¿Me equivoco?

Yo no pude contestar. Simplemente,algunas lágrimas empezaron otra vez a caer de mis ojos. Loki cambió su mirada. Ya no sonreía, más bien, parecía sorprendido. Con una de sus manos, sujetó mi barbilla. Yo cerré los ojos. Si me iba a besar, prefería no verlo.

--Cambio de planes. Nos casaremos mañana.--contestó soltando mi barbilla.

--¿Qué?--pregunté atónita.-- ¿Por qué has adelantado la fecha?

Él había empezado a moverse sin parar pero en cuanto hice mi pregunta se paró, mirándome serio o más bien arrepentido.

-- Porque te has convertido en mi única debilidad.

No entendí muy bien aquellas palabras. Pero, de alguna manera, sentí como mi corazón latió más rápido. 

--Ahora retírate y descansa. Yo me encargaré de todo.--dijo volviendo a su trono y llamando al servicio.

Pero yo no lo había escuchado. Solamente intentaba calmar mi corazón, que no dejaba de latir a una mayor rapidez.