Los días transcurrieron con una tranquilidad casi inquietante después del enfrentamiento entre TN y Ei en el Plano de la Eutimia. El conflicto, aunque emocionalmente devastador, había culminado con la reconciliación que ambos necesitaban. Ei, agotada por el peso de siglos de búsqueda por la eternidad, se había sumido en un profundo sueño, uno que se asemejaba más a una meditación para restaurar su paz interior. Mientras tanto, TN decidió que era hora de retomar su lugar legítimo, el lugar que una vez ocupó como Arconte Electro y verdadero fundador de Inazuma.
Su decisión no fue sencilla. Inazuma había cambiado, y su regreso después de tanto tiempo traía consigo desafíos políticos y sociales que él sabía que no podía ignorar. La primera reacción del pueblo fue de escepticismo. ¿Cómo podía este misterioso hombre, después de tanto tiempo, reclamar ser su Arconte? La idea parecía absurda para muchos, especialmente aquellos que no conocían la verdadera historia de Inazuma.
Al principio, las plazas y calles de la ciudad estaban llenas de susurros y rumores. Los ciudadanos hablaban en voz baja, desconcertados por la noticia. Algunos se mostraban intrigados, otros, claramente enfadados.
Aldea1: ¿Quién es este hombre? ¿Cómo puede decir que es nuestro Arconte después de todo este tiempo? Nunca lo habíamos visto antes.
Aldea2: ¡No podemos simplemente aceptar a alguien porque lo diga! Hemos vivido bajo el mandato de la Shogun Raiden durante tanto tiempo... ¿Qué clase de truco es este?
El desconcierto reinaba, y el caos estaba cerca de desatarse, hasta que un anuncio oficial fue hecho desde el Gran Santuario Narukami. Yae Miko, la Gran Sacerdotisa, intervino como la única que podía poner en orden a la multitud.
De pie en el gran balcón del santuario, Yae Miko tenía la mirada serena, pero sus palabras llevaban un peso inconfundible. Con su tono característico, a la vez juguetón y serio, se dirigió a la multitud que se había reunido para escuchar.
Yae Miko: Ciudadanos de Inazuma, lo que les traigo hoy es la verdad, una verdad que quizás muchos han olvidado con el paso de los siglos. Este hombre que ahora está ante ustedes no es un impostor. Él es Hares, el verdadero fundador de esta nación. Antes de la llegada de la Arconte Makoto y Ei, fue él quien gobernó estas tierras, y es él quien forjó los cimientos sobre los que hoy se erige Inazuma.
La multitud murmuraba, pero los ojos estaban fijos en Yae Miko, quien continuó sin perder la calma.
Yae Miko: —haciendo una pausa dramática— Lo que habéis conocido como la historia de nuestro país es solo una parte del todo. TN, como él se llama ahora, fue el primer Arconte Electro, el primero en llevar la visión de esta tierra a lo que es hoy. Ahora ha decidido regresar, no para reclamar algo ajeno, sino para retomar lo que siempre fue suyo.
Los murmullos de la multitud se intensificaron por un momento, pero la autoridad de Yae era indiscutible. Si ella afirmaba que este hombre era quien decía ser, entonces debía haber algo de verdad en ello. La influencia de Yae era más poderosa de lo que muchos querían admitir, y su palabra valía más que cualquier duda.
Mientras tanto, TN se mantenía cerca, observando cómo la multitud digería la noticia. Sabía que no sería fácil para ellos aceptar su regreso. Ei había sido una figura fundamental en la historia reciente de Inazuma, y su estilo de gobernar, aunque a veces severo, había dejado una huella imborrable en la sociedad.
Sin embargo, con el respaldo de Yae Miko, el pueblo comenzó a reconsiderar su posición. Ya no había gritos de traición ni dudas tan vehementes. Poco a poco, la presencia de TN fue ganando aceptación, aunque seguía habiendo un grupo reacio a aceptar este cambio de poder.
Días después, TN decidió que era necesario dirigirse formalmente a la nación para aclarar la situación y dejar las cosas claras. Sabía que, aunque el respaldo de Yae había sido crucial, la gente necesitaba escucharlo de él mismo.
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Rayos Y Petalos: El Juramento De Eternidad
SonstigesParte cinco de la serie tn x Genshin Impact