Era extraño estar en la habitación de la que una vez fue de Haerin, donde todo estaba arreglado y algunos dibujos de una niña de cinco años. Algunos más elaborados, como diseños de edificios.—Dormimos en la misma cama, así que está bien esta. Y… aquí están las toallas. Puedes entrar primero, yo iré allá abajo para ayudar a mi padre.
Asintió, despojándose de su suéter y dejándolo en la cama.
—Ah, ¿Puedes poner seguro?
Se acercó dejando un beso en sus mejillas para sonreírle contenta. Había sido un viaje largo y tal vez se sentiría más tranquila al tomar un baño.
Así que observó como su mayor salía. Y ella, bueno… solo tomó las toallas para entrar al baño, cerrando la puerta con seguro como le dijo.
—¿Cómo le diré? Si nos quedamos dos días. Al irnos es probable que mi celo se presente. Pero si se adelanta, me sentiré incómoda.
Puchereo, sería complicado decirle que pronto llegaría el día. Pero, tal vez podría quedarse todo el día en la cama. Aunque debería considerar a los alfas en casa, la familia de Haerin que consistía en tres alfas. Aparte de la suya, claro está.
Negó, estaría bien. No pasaría nada y todo sería genial.
Suspiró, dejó la toalla en un lugar apropiado y se despojó de sus prendas. Mirando las marcas pequeñas en su clavícula, las mismas que la alfa le hizo en una sesión de besos que parecía gustarle.
La amaba, a la alfa bonita y grande que la abrazaba con ternura.
Sonrió, era bonito tenerla. Sentirse amada y ella capaz de transmitir ese amor a Haerin.
Pasó sus manos por su abdomen, tal vez la idea de cachorros se esfumaba. Pero no importaba si tenía a su mayor feliz a su lado besándola.
Dejando de lado todo, se adentró al baño. Abriendo las llaves de la regadera y dejando que el agua caliente pasara por su cuerpo.
Solo esperaba que tuvieran unos lindos días.
…
Sus manitas movían la toalla que secaba su cabello, el mismo rubio y esponjoso que le encantaba a Haerin.
Tenía ahora un pantalón negro deportivo que le gustaba. Debido a dos cosas, era calentito para el clima frío de la temporada y no era demasiado holgado para parecer una vagabunda.
Sin embargo, la camisa azul era más suave, y gracias a que era más de manga larga, no tenía ni un poco de frío.
—Vamos… —la voz de Haerin atrajo su mirada —. Dios, eres bellísima.
Se sonrojó ¿Cómo podía llegar y decir eso de la nada cuando solo se había bañado y había estado esperando tranquilamente? Aunque admitía que su aroma a fresia seguía en el ambiente.
—Por los dioses, agradezco a la Luna por darme una omega tan linda.
Sonrió, era divertido escucharla decir eso. Más si su mayor se acercaba y reemplazaba sus manitas para secar su cabello.
—Mamá quiere que nos quedemos una semana.
Oh no, eso es malo. Si se quedaban sería un grandísimo problema, no solo para ella, sino para su lobo, que empezaba a ponerse algo posesivo sobre el hecho de tener pareja.
—No podemos…
—¿Por qué no? Ella se ofreció a llevarte para conocer algunos lugares.
ESTÁS LEYENDO
LAZO | Daerin
FanfictionDanielle es una joven, una omega pura con dieciocho años que esconde su aroma entre supresores solo por el miedo de ser marcada. Probablemente cambie cuando una alfa empiece a defenderla, el verdadero reto es seguir de pie. ... ¡Adaptación! > Omegav...