Simetría [Death The Kid]

18

El equipo había sido enviado a una misión que parecía ser de rutina. La ciudad de Boreas, un lugar remoto en las montañas, había reportado una serie de desapariciones inexplicables y señales de energía mágica. Los informes mencionaban la posible presencia de una bruja, pero las pruebas eran escasas. Kid, ____, Liz, y Patty fueron seleccionados para investigar, junto con el equipo de su compañera o compañero, ya sea arma o meister.

La llegada a Boreas fue inquietante desde el principio. El frío aire montañoso y la neblina densa daban al lugar una sensación irreal, como si estuvieran caminando en un sueño del que no podían despertar. Las casas estaban vacías y el silencio era abrumador, roto solo por el sonido del viento. No había señales de vida, ni siquiera de los animales.

—Es demasiado tranquilo —murmuró Patty, mirando a su alrededor con una ligera tensión.

Kid asintió, su rostro serio mientras su mirada escaneaba el horizonte. —Algo está mal aquí.

____ se mantenía alerta, sintiendo la misma inquietud en el aire. El poder de la bruja que enfrentaban no era ordinario; había algo más en juego, una amenaza que sentía como un peso en su pecho. Sabía que esta misión no sería como las anteriores.

—No bajes la guardia —dijo ____, ajustando su postura, lista para cualquier cosa. La situación se volvía cada vez más extraña, y aunque no lo admitiera, estaba nerviosa.

Después de horas de búsqueda en las calles vacías, el grupo llegó al punto donde se registraba la mayor concentración de energía mágica. Era una antigua mansión en lo alto de la colina, cubierta de hiedras oscuras y con ventanas que parecían ojos que los observaban desde la distancia. La mansión estaba rodeada por un aura ominosa.

—Aquí es donde está la bruja —dijo Liz con un temblor en su voz.

—Prepárense —ordenó Kid mientras avanzaban hacia la mansión.

Al cruzar el umbral, todo cambió.

Una oleada de energía oscura los envolvió de repente. El suelo tembló bajo sus pies y, antes de que pudieran reaccionar, una figura femenina apareció en la penumbra. Era la bruja. Su risa, aguda y aterradora, resonó en las paredes de la mansión.

—¡Bienvenidos a mi pequeño juego! —se burló, sus ojos brillando con malicia. Con un simple gesto de su mano, lanzó un ataque de energía negra que los obligó a separarse.

____, quien había estado manteniéndose cerca de Kid, sintió una sacudida en el aire antes de que pudiera reaccionar. Su cuerpo fue envuelto en una niebla densa y oscura que la levantó del suelo.

—¡____! —gritó Kid, corriendo hacia ella, pero fue demasiado tarde.

El humo negro se cerró alrededor de ____ y, en un parpadeo, desapareció. El lugar donde ella había estado un segundo antes ahora estaba vacío, y no quedaba rastro alguno de su presencia. No había huellas, ni pistas, solo el eco de la risa de la bruja.

—¡NO! —Kid rugió de frustración y desesperación, sus ojos mirando frenéticamente alrededor del lugar donde ____ había desaparecido. Liz y Patty, en su forma de pistolas, cayeron al suelo mientras Kid se tambaleaba, incapaz de procesar lo que acababa de suceder.

La bruja desapareció en un destello de sombras, y el grupo quedó solo, sin pistas, sin dirección.

Kid cayó de rodillas en el suelo, sintiendo cómo el aire se escapaba de sus pulmones. El vacío que sentía era abrumador. Había fallado, nuevamente. No pudo protegerla. El peso de su promesa rota cayó sobre él con una fuerza implacable.

—¿Dónde está? —Liz se acercó, su voz temblando de preocupación.

—No lo sé —Kid murmuró, sus ojos fijos en el espacio vacío—. No lo sé.

El resto de la misión se canceló de inmediato. El equipo de rescate fue alertado, y Shinigami-sama fue informado del incidente. Pero no había pistas aparentes, ningún indicio de dónde podría estar ____.

La búsqueda se prolongó durante días, semanas, sin éxito. Kid no pudo descansar, no pudo aceptar que ____ estuviera realmente desaparecida. Cada noche, sus pensamientos estaban llenos de imágenes de ella, de la culpa que lo corroía. Se sentía impotente, atrapado entre el dolor y la desesperación.

Los días pasaban, pero la herida en el corazón de Kid solo se profundizaba. Sabía que debía mantener la esperanza, pero cada segundo sin ____, su mundo se desmoronaba un poco más. Y en lo más profundo de su ser, Kid entendía que esta desaparición marcaría un antes y un después en sus vidas, en su relación.

No descansaría hasta encontrarla. Pero la verdad aterradora era que no había pistas de dónde empezar.