La mañana en la habitación del hospital era tranquila. La luz del sol acariciaba suavemente los rostros de Kid y ____, llenando el espacio con un brillo dorado y cálido. Afuera, el mundo continuaba su curso habitual, pero dentro de estas cuatro paredes, la vida se sentía suspendida, como si el tiempo se detuviera solo para ellos dos.
Kid acariciaba la mano de ____, sus dedos jugando suavemente con el anillo de promesa que él mismo le había puesto. Los anillos no eran simétricos, ni llevaban ningún diseño intrincado, pero en su sencillez contenían más significado que cualquier otra joya que él hubiera podido imaginar. Lo miró con devoción, la forma en que la suave plata captaba la luz le recordaba que este compromiso, esta promesa, era algo que él iba a llevar consigo para siempre.
—Es gracioso... —murmuró ____ de repente, interrumpiendo sus pensamientos.
—¿Qué cosa? —preguntó Kid, intrigado, mientras sus ojos se posaban en los de ella.
—Nunca pensé que un anillo tan sencillo pudiera hacerme sentir tan... completa. Como si llevarlo en el dedo fuera una promesa que nos pertenece solo a nosotros dos. —Ella le sonrió con ternura y le apretó la mano, su pulgar acariciando suavemente el anillo en el dedo de Kid.
Kid la miró, una mezcla de amor y algo nuevo en sus ojos, algo que hasta él mismo comenzaba a reconocer: un anhelo por el futuro.
—Ese es el propósito de este anillo —murmuró—. No quería que fuera algo común. Quería que te recordara... que no importa lo que pase, tú y yo estaremos juntos, sin condiciones, sin importar los obstáculos. No como algo simbólico, sino como una certeza de que, cada día, estamos eligiendo estar juntos.
Ella asintió, mordiéndose suavemente el labio mientras sus ojos brillaban. —Y eso lo hace aún más especial, Kid. —Susurró, y de repente, sus mejillas se tiñeron de un suave tono rosado. —¿Crees que... algún día... estos anillos se transformarán en algo más? —preguntó con timidez, su mirada desviándose brevemente, aunque una sonrisa juguetona asomaba en sus labios.
Kid se quedó en silencio, sintiendo su corazón latir más rápido al escucharla. Nunca había pensado en el matrimonio, en una vida de compromisos formales, porque para él, lo importante era esa promesa tácita que existía entre ambos. Pero ahora, al verla ahí, imaginando un futuro juntos, un mundo en el que ella y él caminaran como una pareja aún más comprometida, algo en él despertó una emoción profunda y reconfortante.
—Sí —respondió, tomando aire y asintiendo con seguridad—. Algún día, cuando el momento sea el correcto... me encantaría que esto se convirtiera en algo más. Pero no quiero apresurarnos. Este anillo es suficiente para mí ahora. Lo importante es que tú estás aquí y que compartimos la misma promesa. Lo demás... llegará cuando deba llegar.
Ella sonrió y se inclinó hacia él, descansando su cabeza en su hombro, mientras entrelazaban las manos y ambos miraban hacia el amanecer a través de la ventana.
—Me gusta la idea de caminar juntos paso a paso —dijo ella, en voz baja—. De que el futuro nos dé sorpresas a medida que lo construimos. No importa lo que venga, mientras estemos juntos.
Kid la besó en la frente, cerrando los ojos y permitiéndose perderse en la tranquilidad del momento, en la calidez de su abrazo. No importaba el futuro ni los obstáculos que pudieran enfrentar, porque ahora tenía la certeza de que, pase lo que pase, ella estaría a su lado.
Con esos anillos de promesa, sabían que ambos siempre elegirían este amor, un amor que estaba destinado a durar más allá de cualquier incertidumbre, lleno de promesas aún por cumplir.
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Simetría [Death The Kid]
RandomKid te envía cartas diciendo porque se enamoró de ti. Inicio: 4 de Mayo del 2020 Final: 12 de Noviembre del 2024