Extra #3

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____ había estado sintiéndose extraña los últimos días. Un cansancio constante, cambios de humor inesperados, y náuseas matutinas parecían seguirla como una sombra, haciéndole difícil pasar por alto la sensación de que algo andaba diferente en su cuerpo. Kid, con su habitual seriedad y lógica, le había dicho que probablemente se trataba de alguna infección estomacal pasajera, algo que se resolvería en unos días con descanso y buena hidratación. Sin embargo, algo en su interior le decía que esto no era algo tan simple.

Esa mañana, después de otro episodio de náuseas, ____ decidió que necesitaba claridad. Se dirigió a la farmacia en silencio y compró una prueba de embarazo. La caminata de regreso a casa fue una mezcla de ansiedad y expectativa. ¿Y si realmente estaba embarazada? El pensamiento la llenaba de nervios, pero también de una emoción suave y cálida que le hacía difícil concentrarse en otra cosa.

Al llegar a casa, fue directamente al baño, con las manos temblorosas mientras abría la caja. No tuvo que esperar mucho para ver el resultado: un par de líneas rosadas aparecieron en la ventana de la prueba, nítidas e inequívocas. Su corazón latió con fuerza mientras miraba el resultado, y sus manos se llevaron a su vientre casi de manera inconsciente, como si ya intentara proteger la pequeña vida que parecía crecer dentro de ella.

Pero aún necesitaba la confirmación médica. Quería tener certeza, una prueba definitiva que la ayudara a asimilar esta realidad. Así que, respirando hondo y tratando de calmar sus nervios, hizo una cita en la clínica más cercana y se dirigió allí, su mente un torbellino de pensamientos.

En la clínica, el ambiente tranquilo y las paredes de colores suaves ayudaron a calmarla mientras esperaba en la sala. El doctor le había hecho algunas preguntas de rutina y luego un análisis para confirmar el embarazo. Unos minutos después, él regresó con una sonrisa tranquilizadora en el rostro, sosteniendo los resultados en su mano.

—Felicitaciones, ____ —dijo el doctor con suavidad—. Los resultados son positivos. Estás embarazada.

En ese instante, la realidad la golpeó con toda su fuerza, y sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción. Su mente empezó a volar, imaginando cada momento que vendría, cada nuevo paso de esta experiencia que le cambiaría la vida.

—¿Cuánto tiempo tiene? —preguntó, tratando de procesar el momento, mientras acariciaba su vientre, ahora con más consciencia de la pequeña vida que llevaba.

—Aproximadamente ocho semanas —respondió el doctor con una sonrisa—. Es temprano, pero los signos son claros. Vamos a hacer algunos chequeos de rutina para asegurarnos de que todo esté bien.

____ escuchó con atención las instrucciones del doctor, tomando cada palabra como algo precioso. Se marchó del consultorio sintiéndose como si caminara en una nube, con el corazón lleno de amor y una mezcla de nervios y emoción por todo lo que estaba por venir.

Mientras volvía a casa, pensaba en cómo le contaría a Kid esta noticia que cambiaría sus vidas. 

____ llegó a casa sintiendo que su corazón latía con una mezcla de ansiedad y emoción. Había imaginado este momento tantas veces, pero ahora que estaba aquí, le costaba encontrar las palabras. Kid había estado en la sala, sumido en la lectura de un libro sobre estrategias de combate, pero levantó la vista al escucharla entrar.

—Hola, ____ —dijo, una sonrisa iluminando su rostro. —¿Cómo te fue en la clínica?

La pregunta la hizo sentir que el nudo en su estómago se apretaba más. Era el momento de decirle lo que había descubierto, pero no sabía cómo empezar. Se acercó a él, nerviosa, jugueteando con los anillos de promesa en su dedo.

—Eh, Kid, necesito hablar contigo sobre algo... importante. —su voz tembló ligeramente—. No estoy segura de cómo decirlo, pero... bueno, he estado sintiéndome un poco extraña últimamente. Ya sabes, con eso de las náuseas, y...

Kid frunció el ceño, un gesto que siempre encontraba adorable, pero que en ese momento solo aumentó su ansiedad.

—¿Estás bien? —preguntó, dejando el libro a un lado y prestándole toda su atención.

—Sí, sí, estoy bien, pero... —se pasó una mano por el cabello, sintiendo que las palabras no salían. —Pero fui al médico y... resulta que... es solo que... ¡hay algo que debo contarte! —se detuvo, dando vueltas al asunto, mientras las palabras parecían atorarse en su garganta.

Kid se inclinó hacia adelante, su expresión seria pero tranquila. —____, respira. Solo dímelo, no tienes que complicarlo.

La mirada comprensiva de Kid la animó a seguir. Con un profundo suspiro, finalmente se armó de valor y le dijo:

—Estoy embarazada.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Kid se quedó inmóvil, con los ojos muy abiertos, procesando la información. Su expresión pasó de la sorpresa a la incredulidad, y antes de que ella pudiera reaccionar, se desmayó, cayendo hacia atrás en el sofá.

—¡Kid! —exclamó, corriendo hacia él, sintiendo que el corazón se le detenía en el pecho. Lo sacudió suavemente, y cuando finalmente abrió los ojos, un leve sonrojo se extendió por sus mejillas.

—¿Qué... qué dijiste? —balbuceó, todavía un poco aturdido.

____ no pudo evitar sonreír ante su reacción. —Dije que estoy embarazada, Kid. ¡Vamos, despierta!

—¿Embarazada? —repitió, como si la palabra se estuviera acomodando en su mente—. ¿Realmente...? —Sus ojos se iluminaron con una mezcla de miedo y alegría. —¿Eso significa que... seremos padres?

____ asintió, sintiéndose llena de emoción. —Sí, Kid. Vamos a ser una familia.

Kid se sentó de golpe, la emoción inundando su rostro. —¡Esto es increíble! —gritó, levantando los brazos en un gesto de felicidad. Luego, como si la gravedad de la situación lo golpeara, se detuvo y se quedó mirando al espacio, reflexionando. —Es... diferente, ¿verdad? Quiero decir, yo soy un fragmento de Shinigami. No sé cómo funcionará esto...

—No importa —interrumpió ____—. Lo que importa es que vamos a tener un bebé. Nuestro bebé. No tienes que ser perfecto, y yo tampoco lo soy. Pero juntos, lo seremos.

Kid la miró, sintiendo una oleada de amor y gratitud. —Tienes razón. Nunca he tenido una familia en el sentido tradicional, pero ahora... —tomó su mano, entrelazando los dedos, como si esa conexión pudiera hacer que todo lo demás encajara. —Quiero hacer todo lo posible para ser el mejor padre. Haré lo que sea necesario para protegerte a ti y a nuestro hijo.

____ sonrió, sintiendo que sus nervios se desvanecían. La idea de construir una familia juntos era abrumadora, pero en el fondo, sabía que sería una aventura maravillosa.

—Vamos a hacerlo juntos, Kid. Con amor y un poco de locura, lo lograremos.

Ambos compartieron una sonrisa, un entendimiento silencioso de que estaban listos para enfrentar cualquier cosa que la vida les arrojara. Aunque la incertidumbre siempre estaría presente, el amor que compartían era la base sobre la que construirían su pequeño mundo.

Simetría [Death The Kid]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora