Al día siguiente, el cuarto estaba hecho un completo caos. Las sillas volcadas, botellas vacías en el suelo, y las cortinas desordenadas. Francisco despertó tirado bajo la cama, mientras Grace estaba dormida en una mesa cercana.
Francisco se levantó tambaleándose, estirándose como si nada hubiera pasado. Aún algo desorientado, caminó hacia el baño, pero apenas abrió la puerta, rápidamente la cerró de golpe con los ojos abiertos de par en par.
— Grace: "¿Qué pasa, Francisco?" —preguntó, despertándose mientras se frotaba los ojos.
— Francisco: "¡Hay un maldito oso en el baño!" —respondió en un susurro fuerte, cerrando con seguro la puerta, como si eso pudiera contener a la criatura.
Grace parpadeó, aún intentando procesar lo que Francisco acababa de decir.
— Grace: "¿Un oso? ¿Aquí? En Las Vegas… ¿en serio?" —dijo incrédula, levantándose lentamente de la mesa y arreglándose el cabello.
Francisco asintió con gravedad, como si fuera lo más lógico del mundo. Pero antes de que Grace pudiera responder, Francisco miró a una esquina de la habitación y frunció el ceño.
— Francisco: "¡Espera! ¿Por qué hay un bebé en la esquina?"
Grace giró la cabeza rápidamente, y efectivamente, en una pequeña manta en el rincón, había un bebé, que ahora comenzaba a mover los brazos y a hacer pequeños ruidos, a punto de llorar.
— Grace: "¿De dónde salió ese bebé?" —preguntó, alarmada, mientras se acercaba con cautela.
El bebé, como si sintiera la preocupación en el ambiente, comenzó a llorar fuertemente. Francisco y Grace se miraron confundidos, sin idea de cómo había llegado ahí. Sin embargo, Grace, casi por instinto, se inclinó hacia el bebé, lo tomó con delicadeza en brazos, y lo acunó. Para sorpresa de ambos, el llanto del bebé se calmó al instante en cuanto Grace lo sostuvo.
— Francisco: "Bueno… al menos tú sabes qué hacer. Parece que el bebé te tiene cariño."
— Grace: "No tengo ni idea de cómo… pero lo importante ahora es encontrar a Jesús. No está aquí y algo debió pasar anoche."
Con el bebé ahora tranquilo y dormido en sus brazos, Grace improvisó una cangurera con una bufanda que encontró entre el desorden y lo acomodó en su pecho.
— Grace: "Bien, no podemos quedarnos aquí con un oso en el baño y sin saber dónde está el novio. Salgamos de aquí."
Francisco asintió, aún confundido pero decidido a encontrar a Jesús. Salieron de la habitación del hotel, Grace llevando al bebé con la cangurera improvisada mientras Francisco caminaba detrás de ella, lanzando miradas desconfiadas hacia el baño cerrado. Ambos se dirigieron hacia el lobby del hotel, esperando que, de alguna manera, pudieran averiguar qué había pasado la noche anterior y dónde estaba Jesús.
Al salir del hotel, Francisco y Grace caminaron por las concurridas calles de Las Vegas, aún aturdidos por lo que había sucedido la noche anterior. Encontraron un pequeño café cercano y decidieron sentarse para tratar de aclarar sus pensamientos. Grace todavía llevaba al bebé, ahora llamado Dylan, dormido en la cangurera improvisada.
— Francisco: "No puedo creerlo, Grace. ¿Ya le pusiste nombre al bebé? Apenas lo encontramos hace unas horas."
Grace, mirando al pequeño con una sonrisa suave, simplemente encogió los hombros.
— Grace: "No sé, algo en él me hace sentir que su nombre debería ser Dylan. No puedo explicarlo, pero no podía dejarlo sin nombre."
— Francisco: "Esto es una locura. Primero, un oso en el baño, ahora un bebé con nombre... y aún no tenemos ni idea de dónde está Jesús."
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ELLEN JOE AMOR IMPOSIBLE ¿O NO? (historia no fiel al juego(
Ficção AdolescenteATENCION aquí no tomo en cuenta los acontecimientos del juego así que no se molesten