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Pov Lucerys Velaryon

La noche estaba oscura y silenciosa, pero dentro de los aposentos de mi madre, la atmósfera estaba cargada de tensión. Sentía en el aire la inminencia de una noticia que cambiaría nuestras vidas para siempre. Madre nos había llamado a Jacaerys y a mí, para una conversación privada. Aunque siempre sentí que las palabras de mi madre eran para protegernos, esta vez algo me decía que nada sería igual después de esa noche.

Entramos a la habitación, y el aroma familiar de mi madre, cálido y tranquilizador, llenaba el aire. Pero esta vez había un toque de preocupación en su fragancia, algo que me puso nervioso. Jace estaba junto a mí, su postura tensa, como si presintiera lo que estaba por venir.

Madre estaba de pie junto a la ventana, su figura recortada contra el cielo nocturno. Tenía esa expresión severa que reservaba solo para los momentos más importantes. Jace y yo nos miramos brevemente antes de acercarnos a ella, sin saber realmente qué esperar.

-Mis hijos- comenzó, su voz firme, pero había algo de dolor en sus ojos-Mañana nos iremos de Kings Landing.

Jacaerys reaccionó primero- ¿Qué? ¿Nos vamos? ¿Por qué? - Su tono era una mezcla de sorpresa y enojo, y yo podía sentir cómo sus feromonas se agitaban, preparándose para enfrentarse a nuestra madre.

-Es por su seguridad- explicó madre, su voz firme pero llena de una preocupación genuina- La situación aquí se ha vuelto peligrosa. No confío en la reina, ni en su corte, y no quiero que estén expuestos a sus intrigas. Es mi deber protegerlos, y alejarlos de este lugar es la única forma de hacerlo.

Jace apretó los puños, sus ojos oscuros con frustración y dolor- ¿Y qué hay de lo que nosotros queremos? - Escupió las palabras como si cada una de ellas lo hiriera. Su aroma, normalmente tranquilo y protector, se había vuelto amargo, lo que solo intensificaba la tensión en el ambiente.

Madre suspiró, su mirada endureciéndose mientras trataba de mantener la calma. Podía sentir el conflicto dentro de ella, entre su deber como madre y la impotencia que debía sentir al ver cómo todo se desmoronaba a su alrededor- Jace, no entiendes... Esto es para protegernos. No podemos quedarnos en este ambiente tan peligroso. Es mejor que nos alejemos antes de que las cosas empeoren.

- ¿Protegernos? - Jacaerys soltó una risa amarga- ¿Alejarnos para que sigan controlando nuestras vidas? ¿Acaso no ves lo que está sucediendo, madre? - El enojo irradiaba de su ser, y no podía culparlo.

Madre lo miró con calma, pero había un brillo de preocupación en sus ojos. Su fragancia trataba de calmar el ambiente.

-Jace, por favor, cálmate- trató de intervenir mi madre, pero él no le hizo caso.

Pero Jace no quiso escucharlo- ¡No! - gritó, su frustración estallando en el aire. Era raro verlo perder el control de esa manera, pero podía sentir cómo toda la situación lo estaba devorando- ¡No puedes pedirme que me vaya! No cuando... no cuando tengo algo importante aquí.

Mi madre lo miró con extrañeza, y por un momento, su mirada se volvió más dura- ¿A qué te refieres, Jacaerys?

Jace apretó los puños, su aroma en el aire, lleno de emociones conflictivas. Podía sentir su agitación, pero no entendía del todo qué lo tenía tan desesperado. Hasta que, de repente, las palabras salieron de su boca como un torrente incontrolable.

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⏰ Última actualización: Oct 08 ⏰

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