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Los ojos avellana del omega se movieron con nerviosismo por el restaurante. Las paredes pintadas de blanco combinadas con cortinas semitransparentes rojas realzaban los cuadros y pinturas y todas las plantas y fuentes que había entre las
mesas.

Movía sus manos sobre la mesa con inquietud, de vez en cuando revisando la hora en su reloj. Se suponía que su 'cita' debía haber llegado hace veinte minutos, y él odiaba la impuntualidad tanto como a los alfas arrogantes.

Había acudido por la única razón de que su hermana Yeji se lo había pedido.

-Perdona la tardanza.

Lee Jongsuk era un alfa muy atractivo y detective en la estación de policía de Gangnam, compañero de Yeji. Tenía el cabello negro bien arreglado y un traje negro pulcramente planchado. Pero incluso siendo tan guapo, no movía muchos hilos dentro de Hyunjin quien solo lo había visto un par de veces. Sí, quizás hace un par de años al conocerlo por primera vez tuvo un flechazo que superó con el tiempo.

-Luces... encantador.

Hyunjin se quedó en blanco por ese cumplido tan forzado.
El hombre lo miraba con los ojos ceñudos, analizando el prospecto de omega que tenía en frente. No parecía muy complacido.

-No es una buena cualidad la impuntualidad -comentó con tono tranquilo, sin acusarlo, pero haciéndole saber lo poco que le había gustado tener que esperar por casi media hora.

Lee enarcó su ceja izquierda y tensó la boca.

-Soy un hombre ocupado. Tenía mucho trabajo en la estación, pero los omegas no entienden eso.

Chasqueando los dedos, llamó al mesero para que tomara sus órdenes. Hyunjin pidió algo ligero porque dudaba -y ya le había ocurrido antes- que esa cena se alargara como para llegar al postre.

-Yo también trabajo -mencionó en parte como una réplica a la tonta acusación del alfa y también como para sacar conversación.

-Sí, algo me dijo Yeji de eso. ¿Eres secretario o era contador?

-Yo... trabajo en el bar Lost Soul. Soy el encargado. Mi hermana Sana es contadora.

-Ah, sí, Sana. -Y por primera vez Lee sonrió-. ¿Cómo está ella? Hace tiempo que no la veo.

«Aquí vamos otra vez», pensó Hyunjin.

-Está bien. Trabaja para el Banco Seon.

Jongsuk hizo un sonido con la boca, alegre y pensativo.

-Con lo preciosa que es, me sorprende que no haya sido modelo o que se haya casado ya.

-Eso nos sorprende a todos-suspiró sin interés-. Me preguntaba-

-¿Ella está buscando pretendientes? O quizás ya tiene a alguien -lo cortó de pronto-. Estaría muy interesado en volver a verla.

Hyunjin golpeteó con sus uñas la mesa. Estaba llegando a su límite sin siquiera forzarlo. Tal vez porque estaba demasiado cansado de repetir la misma experiencia siempre.

-Entonces debiste pedirle a Yeji que te concertara una cita con ella, no conmigo.

-Yo no le pedí que me hiciera una cita contigo -señaló con tono menos amable-. Ella me lo pidió como un favor. Por eso vine.

«Voy a matar a Yeji».

Una molestia insistente, como una enredadera de espinos que aprisionaba su pecho, lo asaltó.
«No necesito ese tipo de favores», pensó rabia, saltando por el fatal sentimiento de humillación que empezaba a nacer.

-Dijo que necesitabas distraerte y encontrar a alguien, pero yo nunca le pedí salir contigo. No eres mi tipo de omega.

Claro que no lo era porque a Lee Jongsuk , como al resto de alfas, le gustaban los omegas hermosos, de ojos vibrantes y coquetas sonrisas, con cuerpos curvilíneos, y sumisos.
Hyunjin no lograba reunir ni una de esas características ni esforzándose, en su propia opinión.

A Bed of Thorn and Roses 「Chanjin 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora