15

320 30 4
                                    


—Estoy con Seungmin, mamá —dijo con el miedo a ser descubierto rayando sus cuerdas vocales—. Él... me llamó ayer en la noche. Estaba deprimido porque terminó con su novio.

-Oh, eso... ¿Su novio no era tu jefe? — preguntó con duda.

—Sí, y yo sufriré las consecuencias de esa tragedia.

—Está bien, lo entiendo. Pero, ¿regresarás hoy?

-... De hecho, tuve mi celo de improviso —mintió otra vez—.
No puedo salir del departamento de Min.

—¡Cariño! Ni hablar. Tu padre puede ir a recogerte. No voy a dejar que te quedes en un departamento tan lejos de casa. ¡Es peligroso!

—Mamá, cálmate -suplicó—. Voy a estar bien. Mis celos no son un gran problema. Me quedaré con Seungmin y regresaré a casa al final de la semana.

—¡Es una locura! Lo mejor será que regreses a casa. Aquí puedo cuidarte y-

—Tengo supresores. Voy a estar bien. Además, no me pasará nada. Y ustedes iban a ir a Busan a ver el vestido de Sana - le recordó.

-Oh, cielos, hasta lo había olvidado. ¿Estás seguro que estarás bien?

—Si. Te llamaré si necesito algo.

—Está bien, cariño. Cuídate.

Cuidarse.

Hyunjin asentó la llamada y se encogió entre el edredón negro.
Definitivamente la noche anterior no se habían cuidado. Él podía decir que no tuvo presupuesto para condones, pero era casi hipócrita cuando Chan tenía más dinero del que gastaría en tres vidas.

Al despertarse esa mañana se enfrentó a dos realidades.
Había cometido un grave error al acostarse con Chan. Y, lamentablemente, adoraba despertar en los brazos de ese hombre.

Sabía que no debía quedarse; que lo mejor sería regresar a su casa antes de cometer más errores que no podría enmendar en el futuro. Sin embargo, ya le había mentido a su madre y conseguido quedarse fuera de casa hasta el fin de semana.

No debió, pero lo hizo.

Solo le quedaba llamar a Seungmin, aprovechando que Chan seguía tomando un baño al que fue invitado.

—¿Min?

—Hola, Jinnie -saludó con tono muy alegre su pequeño amigo.

—¿Puedo pedirte un favor? Y, por favor, no me mates.

-... ¿Qué hiciste que necesitas una coartada? —intuyó rápidamente.

—Pues le dije a mi madre que me quedaría en tu departamento hasta el fin de semana porque... habías terminado con el jefecito.

—¿Qué? ¿Y por qué le dijiste eso? No, más importante, ¿dónde estás?

Hyunjin se pasó una mano por el pelo, sopesando si decirle o no la verdad a Seungmin. Estaba seguro que al saberlo, lo mataría.

-Estoy con Chan. En su casa —repuso lentamente.

—¿El mismo Chan que se va a casar con tu hermana y que esta semana está en su rut?

—Sí, bueno, felizmente no conozco a otro. Uno solo ya es suficiente maldición.

—¡Hyunjin! ¿Qué rayos haces en esa casa cuando-? Espera, no, dime que no lo hiciste.

Hyunjin no le respondió. Tuvo tanto miedo de contestar esa pregunta, de decir en voz alta que se había acostado con el prometido de su hermana.

-¿Hyunjin?

A Bed of Thorn and Roses 「Chanjin 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora