El corazón de Hyunjin latía tan fuerte que seguramente hasta Chan podría oírlo. Tan alocado como su cerebro que corría en círculos dentro de su cabeza.¿Por qué se sentía tan bien?
¿Por qué no quería bajarse del regazo de ese alfa sino restregarse hasta que su aroma a gardenias blancas lo marcara?
Como si fuera suyo...
Hyunjin no estaba pensando correctamente porque era al prometido de su hermano a quien quería marcar. Era alguien que estaba prohibido para él. Por completo fuera de su alcance.
Entonces, ¿por qué Chan lo miraba con tanto...?
No podía ni siquiera explicarlo. No era esa mirada arrogante y burlona, la misma que siempre recibía. Era más cálida, quizás hasta preocupada.
«Esto no está bien».
«¿Te das cuenta de que te gusta?».
«¡No! Él no me gusta. No puede gustarme. Se casará con Sana».
Pero las palabras en su cabeza no tenían efecto sobre su corazón. De hecho, ni siquiera llegaban hasta ahí abajo.
Estaba siendo tan terco y caprichoso.«Él nunca me vería como a un omega agradable».
-Esto... Perdón —murmuró con la conciencia pesándole sobre los hombros, saltando lejos del regazo del alfa—. No debí molestarte.
Su voz suave y baja se mezcló con ese temblor en su cuerpo.
Limpió su mojado rostro a prisas, demasiado apenado de su patético ataque de llanto. En ningún momento la mirada pesada de Chan lo dejó. Sus ojos antes calmados y cálidos, estaban ahora más oscuros. Sin enojo, pero con un resquicio de incomprensión.-Regresa a casa. Voy a estar bien.
Chan no le contestó, mas pareció contrariado, lo que volvió todavía más loco a Hyunjin.
—¿Estás seguro que no me necesitas?
«Francamente, creo que te necesito más que al aire, pero si soy sensato, es solo un poco de calentura. Sí, eso».
—Yo siempre estoy bien.
Chan chasqueó la lengua, pero terminó por pararse frente al omega.
—Odio los jugueteos —le informó letárgicamente—. Si no me quieres aquí, me iré. Ten una buena noche.
Lo vio irse; moviéndose con gracia por el sendero hasta el Rolls-Royce, conteniendo sus ganas de correr hasta él para abrazarlo y suplicarle que se quedara, que le diera un poco más de él.
Usó mucha fuerza de voluntad para no hacerlo, eso y amor propio.
«¿Cuánto orgullo me quedaría si hago eso?».
«No necesitas ser orgulloso con él», le aseguró su conciencia.
«Te equivocas. Si no soy orgulloso con él, nada me separa de la humillación. ¿O en serio piensas que un alfa como él podría poner sus ojos sobre un pobre omega como yo?», e incluso en su cabeza, esa pregunta salió mordaz y ácidamente burlona.
«Solo está siendo amable».
—Así es mejor —resolvió en voz alta al ver las luces del auto perderse entre la arboleda—. No puedo enamorarme de él
Sería suicida, ¿no crees? Será mi cuñado.Cuñado.
Los pequeños moretones en su piel no lucían tan mal.
Círculos pequeños y difusos sobre su vientre y uno un poco más grande sobres costillas izquierdas. Nadie lo sabía y ni se habían dado cuenta, lo que era mejor para Hyunjin. No iba a soportar otro interrogatorio a manos de su madre por su mal comportamiento. Apenas salió vivo cuando Hyori lo confrontó al día siguiente del incidente, de eso ya habían pasado dos días.
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A Bed of Thorn and Roses 「Chanjin 」
Fiksi Penggemar¡ADAPTACIÓN¡ Un omega debe ser bonito, delicado y de aroma delicioso. Hyunjin no reunía ninguna de esas cualidades. Y quizás por eso ningún alfa se interesaba en él. Pero estaba bien si no se casaba y no tenía hijos nunca, o eso pensó hasta que se e...