A Bed of Thorn and Roses 「Chanjin 」

24

Kai no paraba de reír. Había estado leyendo una novela rosa con más escenas cómicas que ardientes, pero parecía entretenerle. Estando en la hora libre, optaron por ir a los jardines cerca de la fuente central. Luego de las clases del profesor Oh sus cerebros quedaron fritos, pero fue lo único que en esa clase se cocinó. Resultaba que la mayoría de omegas ahí no eran buenos en la cocina, solo el joven amante del Director.

Sin embargo, la mente de Hyunjin había estado perdida toda la mañana. Divagando entre las crudas imágenes de un amor que ya no le pertenecía. Pensando si irse había sido una buena decisión; si debió haber peleado por quedarse con Chan. Al final, solo podía pensar que el destino los había separado por una buena razón. Porque dolería mucho más después...

Era como una pequeña pulga que había sido aplastada y reanimada a la fuerza.

—Aunque debería comer menos azúcar, ¿qué opinas?

La pregunta lo sacudió y le avergonzó admitir que no había estado prestando atención. Su amigo le pestañeó, empujándolo a hablar. Fue cuando se dio cuenta de que había estado tanto tiempo callado que no tenía buen tono de voz.

-Engordarás —fue lo que dijo, carraspeando.

—Voy a engordar de todas formas, pero eso... no es bueno...para...

—Sé que estás en... cinta -susurró, dándole algo de tranquilidad a Kai.

—¿Se me nota?

Hyunjin se debatió entre la bochornosa verdad y la mentira, porque admitir que lo había seguido para escucharlo teniendo sexo con el Director Choi traería a colación muchísimas preguntas innecesarias.

—Tienes antojos... Eso.

-Oh, bueno... Es que no puedo evitarlo. El doctor dijo que sería así todo el embarazo. Al menos no tengo tantos vómitos mañaneros.

—Tu bebé... ¿Quién es el...?

Kai se mordisqueó los labios, y Hyunjin supo que estaba dudando en contarle su sucio secreto. Entonces el joven se le acercó y susurró aquello que ya conocía.

—El Director Choi.

Hyunjin fingió sorpresa, abriendo los ojos y boqueando.

—Eso es... ¿No es peligroso? Es bastante mayor y un maestro.

—Es todavía peor. Es amigo de mi padre. De hecho, así fue como lo conocí. Él llegó a comer una noche y yo solo me fleché. Después descubrí que era el director de Holex y pedí que me enviaran aquí para refinarme.

—¿Y te quiere?

—Muchísimo. Yo le quiero todavía más.

La ilusión en ese omega, sus ojos vivarachos y la sonrisa incontenible, le recordó a Hyunjin que él mismo debía lucir así cuando su amor por Chan todavía no lo consumía. Era el enamoramiento en su forma más pura.

Lastimosamente, cuando el amor destruye todo a su paso, su sola mención te causa un revoltijo que el estómago.
Hyunjin ya no quería saber del amor. Había estado bien en soledad muchos años y fue su capricho por ser correspondido lo que lo orilló a este destino trágico.

-¿Cómo fue? Quiero decir, debió ser difícil porque él es-

-Oh, claro. En realidad, cuando me acerqué a él, Soobin me rechazó directamente. Dijo que no podría traicionar a mi padre y que, además, era demasiado mayor para mí.

» Y fue difícil acercarme a él. Es como una roca —se carcajeó—.
Y la noche del baile de otoño le di un beso en los baños. Me mandó a detención una semana... la detención fue en su oficina.