Capítulo 16

85 17 0
                                    

—¡Alyra! —grita Rhiannon desde arriba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Alyra! —grita Rhiannon desde arriba.

— ¡Lyra la cuerda! — grita Violet un poco más arriba de mi.

— ¡Al lado! ¡La cuerda está a tu lado! —dice Aurelie desde abajo.

Resbalo, pero encuentro la cuerda y me agarro de ella, apoyando los pies sobre el nudo que está debajo de mí y aferrándome con todas mis fuerzas y me empujo de la orilla, me muevo hacia la barra, en cuanto la alcanzo sigo avanzando a la siguiente, y luego a la siguiente, miro a vi y parece que lo va a lograr pero sigue batallando en la chimenea.

Así que salto a la otra barra, Y brinco al final.
Aurelie, que viene detrás de mí, con una sonrisa.

— ¡Esto es lo mejor! — y Claramente tienen que revisarle los curanderos esta mujer está loca, Mi respiración está entrecortada, pero aún así sonrió.

— Para este solo tienes que pasarlo corriendo —dice cuando llegamos a la escalera de postes que salen de la ladera del risco.

Cada uno de los troncos de un metro rota desde la base en una de las secciones más empinadas de la pista. Paso saliva para tragarme el terror.

—Créeme. Si te detienes, vas a girar con el tronco y te caerás —continúa ella.

Asiento y doy unos saltitos, Y luego me echo a correr.

Mis pies son rápidos y solo hacen contacto con cada poste el tiempo suficiente para impulsarme hacia el siguiente y, en unos segundos, estoy al otro lado.

—¡Sí! —grito, elevando un puño en celebración y me muevo del lugar.

—¡Bien, Alyra! —dice ella— ¡Ahora voy yo! —Sus pasos son mucho más ágiles que los míos al saltar de un poste a otro.

Desde arriba se escucha un rugido y levanto la cabeza justo a tiempo para ver la barriga de un Verde Cola de Daga que va volando justo sobre nosotros con dirección hacia el Valle.
Aurelie suelta un grito y mi cabeza se gira de inmediato hacia ella para verla tambalearse y resbalarse en el quinto poste.

Noo.

—¡Aurelie! —exclamo, y corro hacia ella, tocando el séptimo poste con la punta de los dedos.
Nuestras miradas se encuentran, el shock y el terror llenan sus enormes ojos negros mientras el poste la rueda alejándola de mí y la hace caer.

Hasta la mitad del risco, lo único que hago es mirar si Vi está bien, ya que no pude hacer nada por Aurelie.
Y temo no poder hacer nada por Violet cuando sea el momento...
O por cualquier otra persona.

—Calvin Atwater —lee el capitán Fitzgibbons con la voz solemne de siempre.

«Primer Pelotón, Sección Garra, Ala Cuatro».

Se sienta a dos filas detrás de mí en Informe de Batalla.

«Se sentaba».

Nuestro primer entrenamiento en el Guantelete hizo la lista más larga, pero solo es otra lista en otro día cualquiera... salvo porque no.
Ahora si conozco la mayoría de los nombres.

BORN TO DIE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora