Capitulo 12

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Hay un arte en el envenenamiento del que poco se habla y ese es el de encontrar el momento perfecto

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Hay un arte en el envenenamiento del que poco se habla y ese es el de encontrar el momento perfecto. Solo un maestro puede dosificar y administrar correctamente para un ataque efectivo. Se debe tener en cuenta el cuerpo del individuo como el método de administración.
—USOS EFECTIVOS DE LAS HIERBAS SALVAJES Y DE CULTIVOS POR EL CAPITÁN LAWRENCE MEDINA

El dormitorio de mujeres está en silencio mientras me visto por la mañana, como siempre Violet me ayuda con el chaleco que Mira me regalo y yo a la ayudo a ponérselo a ella. Veo el catre de Rhiannon y no está, Al menos una de nosotras está teniendo los necesarios orgasmos.

Estoy casi segura de que al menos un par de personas están con sus parejas en los catres abarrotados de este lugar.

Los líderes de pelotón hablan mucho sobre obedecer el toque de queda, pero en realidad a nadie le interesa.

Bueno, excepto a Dain. A el siempre le importan las reglas.

«Dain».

Mi pecho se tensa y sonrío mientras termino de trenzarme el cabello para formar una corona, Verlo es la mejor parte de mi día, incluso en los momentos en que no es para nada amable con nosotras en público, agarro a Violet de la mano y le explico la siguiente parte del plan en lo que, tomamos nuestras mochila para salir, paso junto a una fila de camas vacías que eran de la docena de mujeres que no vivieron para llegar a agosto, y abro la puerta.

«Ahí está».

Los ojos de Dain se iluminan mientras se aleja de la pared del pasillo en la que estaba recargado, obviamente esperándonos.

—Buenas.
No puedo contener la sonrisa que se dibuja en mi boca.

—No tienes que acompañarnos todas las mañanas al trabajo, ¿sabes?

—Es el único momento en que puedo verte sin ser tu líder de pelotón — replica — Créeme que vale la pena levantarme una hora antes, aunque aún no entiendo por qué te ofreciste para hacer el desayuno en vez de cualquier otra cosa y de paso arrastrar a Vi contigo.

Me encojo de hombros.

—Tengo mis razones. —Y son muy buenas razones, miro a Violet y ambas sonreímos cómplices, Aunque sí extraño la hora extra de sueño que tenía antes de que escogiéramos nuestros deberes la semana pasada.

Una puerta se abre de golpe a nuestra derecha y Dain se pone de inmediato frente a mí, y jala a Vi también a su lado.

—¿Rhiannon? —dice él.

—¡Perdón! —los ojos de mi amiga se abren de par en par.

Salgo de detrás de Dain y me pongo a su lado para verla.

—Me preguntaba dónde estabas. — dice Violet con una sonrisa, mientras miro como aparece Tara junto a ella— Hola, Tara. — saludamos al mismo tiempo.

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