Corazones unidos

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Transcurrió todo un año desde lo que pasó, según las noticias, la policía encontró nada más que una pila de escombros esparcidos que al tocarlos se transformaba en ceniza.

La noticia no duró mucho al aire, todos siguieron con sus vidas, Buttercup dejó su trabajo para ir a sesiones de terapia mensuales, la mirada del chico estaba ida, según los medios, pero claro, las investigaciones culminaron en nada, y Buttercup no quería saber más del tema, como si nada hubiera pasado, siguió con su vida y aunque el trayecto parecía difícil, se fue acostumbrando a ver a su psicóloga, y con el tiempo, ella también ansiaba sus visitas.

No hace falta decir que también visitaba a Strayberry, le dejaba flores y hablaba a su lápida, la cual siempre brillaba gracias a él, pero podemos decir, que de a poco, pudo superarlo.

...

Dicen que en esta ciudad, hay personas muy extrañas, algunas muy calladas, otras muy parlanchinas, no obstante, cualquiera podría ser un sujeto de prueba.

---Su rostro es muy lugubre.

---Ujum...

Es bueno tomar otros aires, en otras partes.

---Le hace falta una sonrisa bien grande, dame la navaja.

Se preguntarán cómo, qué sucedió, para ser claros y sinceros, aquella fatídica noche, parecía no haber esperanza alguna, pero una vez que Buttercup sacó un pie afuera, Ushka tomó su último aliento y lo sacó afuera de la casa antes de que se derrumbara por todo el fuego.

Lo llevo hasta la lejanía del bosque, a un Río cercano y ahí lo ayudó a reincorporarse, ¿Ustedes creen que Masacrik nunca tiene un plan? En los bolsillos de su bata estaba todo lo necesario para sanar la herida. Hilo, aguja, incluso para extraer la bala. Y Ushka, quien fue ayudante de Masacrik, sabía qué hacer.

No obstante, la primer noche fue la peor de todas, después de su trabajo, se quedó la noche en vela para vigilarlo y ver mejoras, al día siguiente, Masacrik recobró el sentido, pero aún no podía moverse, necesitaba descansar, Ushka junto hojas para hacerle una especie de cama, limpió parte de su cuerpo sucio por el humo con el agua del Río. Así fue hasta el tercer día, él ya podía pararse e incluso cazó peces del Río pero Ushka, cansada, lánguida y con hambre se derrumbó en el suelo.

Los papeles se invirtieron, ¿No?

Poco después, partieron a un lugar mejor, con la vista en otro lugar más remoto que el anterior, y esta vez, dónde nadie pueda encontrarlos. Funcionó.

Consiguieron una cabaña, y por supuesto que nadie vivía ahí cómodamente y Masacrik no hizo nada cuestionable ni asesinó a sus antiguos dueños para quedarse con el terreno, puff...claro que no...

...

---¿P-por qué me miras tanto?

Mientras Ushka estaba comiendo una galletita, Masacrik no dejaba de mirarla a ella, y las migajas que se esparcian por sus labios.

---Umh...

Masacrik se inclinó y besó sus labios, quitandole cada pequeña migaja, luego le volvió a sonreír.

---Podría devorarte como una galleta y convertir su sangre en mi bebida favorita.

Ushka parpadeó varias veces, la forma de coquetear de Masacrik era un poco...peculiar, pero de cierta forma, lograba pintar sus mejillas de un suave color carmesí.

---¿Podrías besarme otra vez? P-por favor...

Así es como viven, Masacrik y Ushka, en su propio pequeño mundo, dos psicópatas, lejos de la multitud que gritan mucho...

Hard LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora