Ambition; minsung

16

Ambos trataban de tocar todo lo que estuviera a su alcance, todo lo que sus manos les permitieran tocar de ellos. La ropa fue desvaneciendo poco a poco y Jisung fue arrojado a la cama.
Minho admira su cuerpo unos segundos con una sonrisa en la cara.

—Eres un deleite para la vista, amor.

Jisung realmente no sabe realmente si se sonrojó por lo dicho, o por el apodo que le había puesto.

—No me pongas nervioso o te echo a la calle. - dice despegando su vista de sus ojos.

Minho ríe, su Jisung realmente era un total inexperto y temeroso chico a punto de tener su primera vez.

¿Y a quién engaña? Él también está a punto de tenerla.

El gran Lee Minho no era el típico chico popular que se acostaba con cualquiera, como todos creían. Lee Minho es otro chico muy diferente a lo que todos creen.

—Te ves tan tierno cuando te sonrojas. - dice acercándose a su rostro dándole un pequeño beso en su mejilla. —Hace que me prenda más.

Antes de que Jisung pudiera gritarle otra cosa, junta sus labios en un fogoso beso que dura unos cuantos segundos, dónde sus lenguas chocaban y danzaban a un ritmo desigual.

—Ya no aguanto más. - dice Jisung agitado después del beso.

—¿A qué hora regresan tus padres?

—Probablemente hasta la madrugada o en la mañana.

—Perfecto.

Minho termina de quitar su pantalón junto a su ropa interior, regresando a la cama para besar por todas partes al contrario y deleitarse con los sonidos que salían de su garganta.

—Minho, detente. - habló entre jadeos.

El contrario se detuvo en automático como si de un robot recibiendo una orden se tratase. Jisung se separa un poco y estira su brazo hasta alcanzar su buró a un lado de su cama, de uno de los cajones saca un pequeño bote de lubricante y unos condones.

—¿Desde cuándo tienes eso ahí? - pregunta riendo.

—Mis padres no podrán ser los más presentes, pero se preocupan porque su hijo tenga sexo seguro.

—Entonces hay que aprovecharlo.

Está vez ambos ríen.

Minho alcanza el botecito de lubricante y se encarga de esparcirlo muy bien por sus dedos. Jisung abre más las piernas a su disposición sin dejarle de ver a los ojos.

Poco a poco Minho va metiendo su dedo indice en su entrada logrando sacarle un ligero gemido de dolor haciendo que se detenga.

—Estoy bien. - dice al darse cuenta de su acción. —Sigue, no te detengas.

Minho comienza a repartir besos en sus muslos mientras sigue introduciendo sus largos dedos, cuando el primero estuvo dentro lo movió un poco haciendo que el contrario tuviera mil reacciones diferentes, entre ellas varios gemidos. Eso fue su señal para introducir el segundo el cual lo hizo con un poco de dificultad pero al final lo logró teniendo ahora dos de sus dedos moviendose en el interior de Jisung quien no paraba de tener espasmos en todo su cuerpo.

—¿Se siente bien?

No obtuvo alguna respuesta debido a la estimulación recibida, comenzando a gemir más fuerte, Minho se sentía orgulloso de que tan sólo con sus dedos ya haya logrado hacer rodar los ojos de Han.

Nada mal para ser sus primera vez.

Pasaron unos cuantos minutos en lo que lo estuvo preparando, Jisung podría decir que con eso ya se sentía satisfecho por la intensidad de sus gemidos.