Ambition; minsung

17

De nuevo la rutina de siempre, se sentía fuera de si cada vez que la mano dura de su padre iba hacia él con fuerza.

—¡Volviste a ser un perdedor! ¡Nunca haces nada bien!

¿Un perdedor? El simple hecho de ver el rostro de felicidad de Jisung lo hacía sentirse como un completo ganador. Se sentía el ser más feliz después de estar con él.

¿Qué estará haciendo ahora? ¿Sus padres le dirán que están orgullosos de él? ¿Le habrá gustado el detalle que le dió?

Muchas cosas pasaban por su mente mientras que el hombre no dejaba de descargar su ira con él, olía a alcohol y cigarros, no como Jisung que olía siempre a ese aroma de vainilla sutil, pero que ahí estaba. Extrañaba su olor, extrañaba su presencia en este momento.

Minho ya no se sentía dentro de él mismo, ya no había dolor, ya no sentía nada, solamente esperaba a que todo pasara rápidamente y poder despertar al día siguiente para ver a su chico de mejillas gorditas para poder abrazarlo y besarlo, decirle lo mucho que lo quería a pesar de que fue un estúpido con él.

Cuando todo acabó, su madre salió de su escondite y fue a refugiar a su hijo diciéndole palabras para animarlo y consolarlo, esas palabras que se sentían un poco vacías. "Lo lamento" "No volverá a pasar" "Él te ama en el fondo"

Sabía que a la mañana siguiente su madre no se podrá resistir a las flores y los detalles de aquel nuevo caballero que entrará por la puerta. Lo perdonará porque lo ama y es el hombre de su vida, porque el hombre con el que se casó sigue ahí en el fondo.

Tomó si celular después de que su madre se fuera de su cuarto y llamó al número de Jisung.

Unos cuantos tonos y se escuchó su voz del otro lado de la línea.

—¿Sabes que hora es? Debería de estar durmiendo.

Minho solamente soltó una risa ligera al escuchar el saludo del menor.

Estaba cerca de ser las 12 de la mañana, sabía que Jisung solía dormir temprano, de repente se sintió culpable por quizás haberlo despertado.

—¿Entonces por qué contestaste?

Hubo silencio del otro lado.

—No quería ser grosero.

—Jisunggie es un chico bueno. -dice con tono dulce.

—Iugh, no uses ese tono.

—Es que eres tan lindo, no puedo evitarlo, te extraño.

Del otro lado Jisung sintió sus mejillas muy calientes y un evidente sonrojo se acumuló en ellas.

—Nos veremos mañana.

—No, quiero verte ahora. Te extraño.

Hubo otro silencio después de lo dicho, al instante en el que Jisung colgó la llamada se arrepintió de haber dicho tal cosa. ¿Él no sentía lo mismo? ¿No lo extrañaba?

Antes de que pudiera hundirse más en sus pensamientos le llegó otra notificación de llamada, pero está vez era diferente, era una videollamada de Jisung. Rápidamente saltó de su cama hacia el espejo y arregló su cabello, no tuvo tiempo para cubrir los moretones en su rostro, pero esperaba que debido a la poca luz no se notaran.

Después de unos segundos contestó acomodando su celular en su escritorio y él tomando asiento en la silla.

—Esto es lo mejor que se me ocurrió.

Minho sonrió.

—Es perfecto.

—¿Son lo creo que creo que son? - dijo señalando su cara.