INTRODUCCIÓN

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¡Buenas!

Eider al habla. 

Pensaba esperar a haber acabado de escribir esta historia para comenzar a publicarla, pero como es una precuela que básicamente uso como fanservice (para alargar las aventuras de esta familia, porque los adoro), he decidido que iré subiendo los capítulos a medida que los termine.

De esta forma, también os daré la oportunidad de que me sugiráis situaciones que os gustaría leer.

El único inconveniente es que no tendréis capítulos diarios como sucedió en la primera parte, ya que iré escribiéndolos sobre la marcha, pero lo bueno será que podréis aportar vuestras ideas, ya que el camino a seguir no está marcado. 

¿Cómo será lidiar con la rebeldía adolescente de Ivanna? ¿Qué harán Logan, Peter y Wade cuando descubran que le hacen bullying? ¿Y qué hay de las parejas? ¿Aceptará Logan que su cachorro empiece a salir con alguien? ¿El pasado de Ivanna volverá para golpearla?

Hay muchas ideas en el aire, así que sentíos libres de hacer propuestas.

Sin más, os dejo la introducción.

Se os quiere!

Eider
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Habían pasado tres años desde el día en que Logan y Wade consiguieron restaurar los recuerdos de las personas más importantes para Peter. Fue un momento clave en la vida del joven Spider-Man, que finalmente vio cómo su tía May, MJ, y Ned volvían a recordar quién era en realidad. Esa victoria no solo restauró parte de lo que Peter había perdido, sino que también marcó el inicio de un nuevo capítulo en su vida.

Ahora, tres años después, Peter vivía junto a Logan y Wade en una cómoda casa adosada de dos plantas en Astoria, Queens. No era un barrio de lujo, pero tampoco una zona difícil. Era un vecindario tranquilo de clase media, donde los días se llenaban de los sonidos cotidianos del tráfico suave, los niños jugando y los vecinos que intercambiaban saludos. La casa, aunque no lujosa, era perfecta para ellos: tenía espacio suficiente para que cada uno pudiera ser quien era, con una planta baja, habitaciones acogedoras en el piso superior y, para el deleite de Peter, un sótano adaptado donde podía llevar a cabo sus experimentos científicos en su tiempo libre.

Logan, Peter y Wade formaban una relación que muchos considerarían peculiar, pero para ellos era perfecta. Se apoyaban mutuamente, se amaban sin restricciones, y juntos habían construido un hogar donde cada uno podía ser su verdadero yo sin miedo a ser juzgado. Los tres tenían trabajos que los mantenían ocupados, pero siempre sacaban tiempo para compartir juntos.

Peter trabajaba como científico en GenTech Solutions, un empleo que, si bien podía ser demandante, le ofrecía estabilidad y un propósito más allá de la lucha contra el crimen, por no mencionar todos los experimentos que podía llevar a cabo para hacer mejoras en su traje de Spider-Man, el cual no había dejado de usar. Un gran poder llevaba una gran responsabilidad.

Logan, por su parte, continuaba como entrenador en el gimnasio, algo que le ayudaba a mantener sus habilidades en forma y, al mismo tiempo, le permitía ayudar a otras personas a mejorar sus vidas.

Wade trabajaba en la tienda de coches de segunda mano, donde su carisma peculiar y sentido del humor terminaban por convertir el proceso de compra de un automóvil en algo inolvidable para los clientes.

Pero, por encima de todo, la mayor preocupación y fuente de alegría de aquella singular familia era Ivanna, la joven a la que Logan había conseguido adoptar y de la cual se había convertido legamente en su padre.

Ivanna tenía ya catorce años, y aunque los últimos años no habían sido siempre fáciles para ella, la chica se había convertido en una adolescente fuerte, buena y aplicada. La presencia de Ivanna les había traído a los tres una sensación de estabilidad y propósito que ninguno sabía que necesitaba. Era una niña dulce, aunque con la lógica rebeldía de la adolescencia, y todos se esforzaban por darle lo mejor.

Logan, en particular, había asumido el papel de padre con todo el compromiso que el término implicaba. Era protector, y aunque a veces podía ser demasiado estricto, siempre estaba allí para asegurarse de que la chica tuviera todo lo que necesitaba. La cuidaba con una devoción que sólo podría surgir de alguien que había visto demasiada oscuridad y quería evitar que ella la conociera.
Wade y Peter, por su parte, también la cuidaban como si fuera de su propia sangre, apoyándola en cada paso que daba y haciendo lo posible por proporcionarle una infancia y adolescencia llenas de recuerdos felices.

Juntos, habían formado una familia atípica, pero feliz.

Pero los caminos por los que transitaban no siempre eran tan estables. Existían altibajos, dificultades...

Y algunas de ellas las encontraréis en los capítulos que están por venir...

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En el próximo capítulo...

—¡Han hecho daño a Ivanna! —gritó Wade, llamándolos desde el salón, con la desesperación patente en su voz.
—¿Qué? —rugió Logan, dejando caer las llaves al suelo y dirigiéndose de inmediato hacia su hija, con el rostro completamente tenso.

Peter, asustado, también se apresuró a acercarse, pero Ivanna levantó las manos para frenarlos.

TRES PADRES PARA UNA HIJA (Spideypoolverine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora